24 de octubre de 2024

Un preocupante panorama enfrenta la capital nariñense debido a la notable reducción de las fuentes hídricas que abastecen el municipio, dejando en riesgo a la región ante una posible situación de racionamiento de agua. Reporte Así lo dio a conocer el gerente de Empopasto, Javier Oñate, quien explicó a detalle la cantidad de agua que normalmente aportan las fuentes hídricas de abastecimiento y la reducción que han sufrido en los últimos tiempos. “El río Pasto está en 200 litros cuando normalmente nos surtía 450, quebrada Piedras está en 110 cuando nos aporta 150, Miraflores está en 30 litros cuando aporta 60 y la quebrada Mijitayo, que es la más grave aportaba 60 y está en 20”, dijo Oñate. Aparentemente, las altas temperaturas han ocasionado sequía y disminución del caudal en las fuentes principales, situación que preocupa a las autoridades debido a los riesgos asociados a esta dificultad. Compensación El funcionario también explicó que esta situación se está logrando compensar, surtiendo agua del río Bobo, con aproximadamente 300 litros por segundo de 500 que permite la concesión, es decir, más de la mitad de establecido. “Esto quiere decir que hoy, el río Bobo es nuestra llanta de emergencia y esta llanta de emergencia puede acabarse, pues si seguimos en el mismo ritmo y si no se presentan lluvias, nos va a mantener por dos meses y medio”, explicó el gerente. También recalcó que la planta de tratamiento de San Felipe se encuentra en crisis porque no se abastece del río Bobo, entonces, de continuar la temporada de sequía esta planta podría entrar en racionamiento en el mes de noviembre. Ideam Javier Oñate, recalcó que ante los anuncios del Ideam se espera que para el mes de noviembre se presenten lluvias en la región para mitigar el impacto de las afectaciones climáticas que hoy tienen en riesgo el suministro de agua.