Luis Fernando Balanta González está en el suelo, boca arriba sin poderse mover, solo en quejidos inentendibles escupe su propia sangre hacia el cielo mientras su traquea burbujea ese liquido rojo por un agujero, un agujero de bala.
En medio de una tarde laboral, con el sol de la una de la tarde en sus cabezas, Luis tenía puesta una máscara de soldador, su overol protector y unas botas reforzadas. Mientras las chispas rebotaban en su careta y su ceño se fruncía en el trabajo, unos sujetos no identificados llegaron al lugar, sin mediar palabra sacaron un arma de fuego, dispararon en repetidas ocasiones, su compañero de trabajo cae agonizante al instante, Balanta solo puede ver a sus verdugos mientras una bala penetra su cuello, cayendo boca arriba, agonizante.
En cuestión de segundos, habitantes del sector y vecinos fueron a auxiliarlos, intentando detener la hemorragia, moverlo o levantarlo, nada funcionó. Lo último que pudo hacer el joven Balanta fue intentar abrir su boca, mientras escupía su sangre y brotaba por su cuello, se ahogaba, no podía contener la sangrado, sus pulmones se llenaban de ese liquido escarlata y su nariz no hacía más que brotarla, el hombre murió allí mismo, agonizando y ahogado en un liquido supuestamente de vida.
Su cuerpo fue levantado y trasladado a medicina legal, donde, según reportes preliminares, el daño de la bala también afectó su columna, lo que explicaría su falta de movimiento. Las autoridades empezaron su fatal rutina, esa misma que se ha repetido con los 10 muertos que se llevan en Palmira en la última semana; un acordonamiento, una toma de muestras en la escena, tomar testimonios, revisar cámaras y obtener objetos claves. Las autoridades solo han repetido que se continúa la investigación para encontrar a los responsables y los móviles del crimen, pero los habitantes del municipio sienten esas palabras con cinismo de esa falsa seguridad que brindan las autoridades y prometió la alcaldía actual.
Los miembros del vecindario han expresado su rechazo ante el acto, este hombre se suma a las 4 víctimas mortales que han sucedido en la Italia en los últimos 3 días. El miedo ha invadido las calles del sector de la Italia, la tragedia ha llegado a tocar una nueva familia y la morgue tiene un nuevo cuerpo para su macabra colección que no para de crecer. Aun pesa el silencio de su muerte, aun duele pensar que las últimas palabras de un hombre fueron inentendibles debido a su ahogamiento ¿Qué pudo haber intentado expresar? ¿Algún perdón, algún temor o arrepentimiento? O ¿Quizás una despedida de sus seres queridos?
