38 años después de la tragedia en Armero, aún quedan algunas heridas abiertas

La noche del 13 de noviembre de 1985, el Volcán Nevado del Ruiz hizo erupción provocando una avalancha de lodo, piedras y escombros que sepultó casi por completo al municipio de Armero, en el nororiente del departamento del Tolima.

Para entonces, decenas de personas habían advertido que una tragedia así podía ocurrir: senadores, representantes a la Cámara, geólogos internacionales, vulcanólogos y periodistas, pero las autoridades responsables desestimaron las alertas sin tener en cuenta el riesgo para los habitantes del sector y su economía para el país.

Como resultado de la negligencia estatal, murieron 25.000 personas y otras tantas perdieron a sus hijos, sus padres, sus madres, sus abuelos, otros familiares y amigos. Un hecho que dejó en luto al país entero, el cual tenía todavía una gran herida abierta debido a que unos días atrás se había dado la sangrienta toma y retoma del Palacio de Justicia el 6 de noviembre de ese mismo año.

Símbolo de la tragedia de Armero en memoria de Omayra Sánchez, (foto: Camilo León).

Heridas que siguen abiertas

38 años después de esa fecha trágica, el Gobierno Nacional y varias instituciones del Estado, lideradas por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, visitarán Armero para encontrarse con la población, reconocer la responsabilidad institucional y responder por los compromisos que el Estado aún tiene con las víctimas de la tragedia.

“Vamos a tener con los armeritas una conversación franca, queremos decirles que tenemos una ley y unos Conpes que cumplir y que así lo haremos en este gobierno del cambio. Es solo el inicio de lo que tendrá que ser la conmemoración de los 40 años de la tragedia de Armero, que ocurrirá en 2025”, dijo el ministro de las Culturas, Juan David Correa.

Además, asistirán al encuentro el ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, la Representante a la Cámara Martha Lisbeth Alfonso, delegados de la Unidad para las Víctimas y el ICBF.

Entre los temas que el Estado colombiano tiene pendientes con los habitantes de Armero, está el reconocimiento de los predios que muchos perdieron por la avalancha o la posibilidad de revisar los archivos del ICBF para establecer el paradero de los menores que sobrevivieron a la tragedia y fueron dados en adopción de manera irregular, sin preguntar primero por el paradero de sus familiares.

Sobre ese último tema, la Fundación Armando Armero viene trabajando desde hace tres décadas y ha logrado que algunos de esos niños, ahora adultos, se reencuentren con sus familias gracias a las pruebas de ADN.

Armero un sitio para la memoria

También se discutirá sobre el reconocimiento del lugar donde quedaba el casco urbano de Armero como un sitio de memoria, lo que implica, más allá de leyes o decretos, establecer una señalización y un sistema de cuidado y limpieza para honrar un lugar que para cientos de personas es un espacio de duelo.

“La verdad a veces no tiene precio si no hay una responsabilidad política y eso es lo que estamos asumiendo frente al país. Las leyes, los Conpes y los compromisos del Estado se tienen que cumplir de manera efectiva y, además, vamos a reconocer a las víctimas y vamos a pedir perdón como Estado”, agregó el ministro Correa.

Se espera que esta conmemoración sea un momento de reflexión y un homenaje a la memoria de Armero y sus habitantes, pero también un compromiso para impulsar la ley de honores a Armero (Ley 1632 de 2013).

La idea es que para 2025, cuando se conmemoran los 40 años de la tragedia, el Estado haya avanzado visiblemente en los compromisos que tiene con los habitantes de Armero y los familiares de las víctimas.