Buscando crear un entorno más acogedor y estimulante para los más jóvenes, nace un proyecto para la primera infancia que se embarca en una misión para transformar los espacios urbanos.
Se trata de Urban95, que nace con el firme propósito de ofrecer un entorno propicio para la primera infancia, se inicia un viaje para dar forma a ciudades que inspiren el crecimiento, la seguridad y la felicidad de los niños.
¿Qué cambiarías si experimentaras la ciudad desde la perspectiva de un niño de 95 cm, la estatura promedio de un niño de 3 años?
Con esta reflexión, Urban95, una iniciativa centrada en mejorar los entornos urbanos para los niños y niñas en la primera infancia, logró concientizar a padres y cuidadores sobre la importancia de unirse para crear espacios adecuados que promuevan el desarrollo psicosocial de los más pequeños.
Fue así como 63 familias firmaron un ‘Acuerdo por una ciudad para la primera infancia’ después de participar en una inmersión donde las experiencias desde los 95 cm fueron protagonistas.
“Me alegra que existan este tipo de iniciativas que pone a los niños y niñas en primer lugar, sobre todo en este tiempo donde el mundo va a mil y muchas otras cosas, lejos de la familia, empiezan a tener protagonismo”, expresó Felipe Arjona, uno de los asistentes.
Con este acuerdo, se busca impulsar la transformación de espacios públicos en beneficio de la primera infancia en toda la ciudad, una realidad que ya se vive en barrios como Ciudad del Bicentenario.
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Una transformación desde la perspectiva de los 95 cm para la primera infancia
Con casos de éxito en todo el mundo, Urban95, una iniciativa de la Fundación Holandesa Bernard van Leer, llegó a Colombia, específicamente a la región Caribe, para implementarse inicialmente en dos comunidades: Villas de San Pablo en Barranquilla y Ciudad del Bicentenario en Cartagena. Ambos lugares han experimentado una transformación diseñada para estimular a los niños y niñas desde su temprana edad mientras se dirigen hacia el Centro de Desarrollo Infantil y más tarde hacia la escuela.
En estas comunidades, priorizadas para el Proyecto Piloto de la iniciativa, las familias enfrentaban desafíos diarios para conectar de manera saludable con sus niños, ya que los espacios disponibles no eran adecuados y las rutas peatonales seguras eran escasas.
Este contexto se evidenció a lo largo de eventos, talleres, y actividades en los que la comunidad desempeñó un papel fundamental en la construcción de los diseños.
“Sí hay un parque más o menos cerca, pero me toca cruzar con cuidado con mi mamá porque hay una calle donde pasan muchos buses y carros y no hay semáforo”, describió Jean Pierre, de cinco años, durante una de esas actividades.
Con esta transformación, se espera mejorar no solo la conexión de los niños con su entorno, sino también impactar positivamente en su desarrollo lingüístico y psicomotor a través de la estimulación temprana que el juego proporciona a sus procesos cognitivos.
Alianzas que hacen posible el proyecto
Han sido precisamente estas alianzas las que han hecho posible la realización de este sueño en Colombia a través de la Fundación United Way, en colaboración con Fundación FEMSA, Fundación Bernard van Leer, Fundación Santo Domingo y Fundación Pintuco.
“Las alianzas y el trabajo colaborativo con fundaciones de Colombia es fundamental; las cuales, cada una está aportando su conocimiento y su fortaleza para sacar adelante a Urban95. También el apoyo de la alcaldía en ambas ciudades (Cartagena y Barranquilla) es fundamental para la implementación y sostenibilidad del mismo», concluyó al respecto Cristina Gutiérrez, directora de la Fundación United Way Colombia.
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