El turismo es una de las actividades humanas que más ha crecido en las últimas décadas, pero también es una de las que más contribuye al cambio climático. Según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Foro Internacional de Transporte (ITF), se espera que las emisiones de CO2 del sector turístico relacionadas con el transporte aumenten aproximadamente un 25% para 2030 en comparación con los niveles de 2016, representando el 5,3% del total de emisiones antropogénicas en ese año. Además, un estudio publicado en la revista Nature Climate Change recalculó que el turismo global contribuye alrededor del 8% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Estas cifras subrayan la necesidad urgente de adoptar prácticas de turismo más sostenibles.

Conscientes de esta problemática, Copetran, una empresa de transporte comprometida con la sostenibilidad, ha elaborado una serie de recomendaciones para que los viajeros puedan organizar sus viajes de manera responsable y minimizar su impacto ambiental. Aquí te presentamos cinco consejos prácticos para un turismo más consciente.

Elige el transporte más sostenible

El transporte es uno de los factores que más influye en la huella de carbono de un viaje. Viajar en bus es una opción excelente para reducir las emisiones de CO2. Los buses, especialmente los de larga distancia, emiten significativamente menos dióxido de carbono por pasajero en comparación con los aviones y los automóviles. Según varios estudios, un viaje en bus puede reducir las emisiones hasta en un 80% en comparación con el mismo trayecto en avión.

Además, viajar en bus no solo es más ecológico, sino que también puede ser una experiencia más enriquecedora, permitiéndote disfrutar del paisaje y conocer lugares que de otra manera pasarían desapercibidos.

Reserva alojamientos eco-amigables

El lugar donde te alojas puede tener un gran impacto en la sostenibilidad de tu viaje. Busca hoteles y hostales que implementen prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables, programas de reciclaje, ahorro de agua y políticas de reducción de residuos. Muchos alojamientos ahora tienen certificaciones ambientales, como la etiqueta ecológica de la UE o la certificación LEED, que garantizan su compromiso con la sostenibilidad.

Además de elegir alojamientos con certificaciones, también puedes optar por opciones más pequeñas y locales, como los bed and breakfast o las casas rurales, que a menudo tienen un menor impacto ambiental y apoyan a la economía local.

Apoya la economía local

Una de las maneras más efectivas de hacer tu viaje más sostenible es apoyar la economía local. Esto significa consumir productos y servicios locales, lo que no solo reduce la huella de carbono asociada al transporte de mercancías, sino que también ayuda a las comunidades que visitas. Comer en restaurantes que utilizan ingredientes de la región, comprar artesanías hechas a mano y participar en actividades gestionadas por la comunidad local son formas excelentes de contribuir. Por ejemplo, en lugar de optar por grandes cadenas internacionales, busca mercados locales para tus compras y elige restaurantes familiares.

Minimiza los residuos

La generación de residuos es uno de los mayores problemas ambientales asociados al turismo. Para minimizar tu impacto, lleva tus propios recipientes reutilizables, botellas de agua y bolsas de tela. Evita los plásticos de un solo uso tanto como sea posible. Muchas ciudades turísticas han implementado programas de reciclaje que puedes utilizar, así que asegúrate de separar tus residuos adecuadamente.

Sé consciente de tu consumo energético

La energía que consumes durante tu viaje tiene un impacto directo en tu huella de carbono. Sé consciente de tu consumo energético tanto en tu alojamiento como en tus actividades diarias. Apaga las luces y los electrodomésticos cuando no los estés utilizando, ajusta la temperatura del aire acondicionado o la calefacción a niveles moderados y aprovecha la luz natural siempre que sea posible. Opta por alojamientos que utilicen fuentes de energía renovable y que tengan políticas de ahorro energético. Además, considera el uso de medios de transporte alternativos como caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público, que suelen ser más eficientes energéticamente que los automóviles.

Adoptar estas prácticas no solo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también enriquece la experiencia de viaje, permitiéndote conectar de manera más profunda y respetuosa con los destinos que visitas. Con la colaboración de todos, podemos hacer del turismo una actividad más sostenible y responsable.