Renuncian tres viceministros que supuestamente representaban a Nariño en el gobierno nacional, y lo hacen justo cuando empiezan a sonar como candidatos al Senado. Eduardo Enríquez Caicedo (Transporte), Gustavo García Figueroa (Interior) y Polibio Leandro González (Agricultura) dejan sus cargos con más dudas que logros. ¿De qué sirvió tenerlos en el alto gobierno? ¿Qué hicieron realmente por el departamento?
Viceministro de Transporte: ¿Dónde están las obras?
Eduardo Enríquez Caicedo, con un importante recorrido político en Nariño, ocupó el Viceministerio de Transporte. Sin embargo, los nariñenses seguimos esperando respuestas sobre proyectos clave. ¿Dónde quedó la doble calzada Pasto-Popayán? ¿Por qué sigue en abandono la vía Junín-Barbacoas, que lleva décadas siendo una vergüenza nacional? ¿Qué gestión hizo para que la Vía al Mar fuera priorizada? A la hora de hacer balance, su gestión dejó poco o nada concreto para la región.
Viceministro del Interior: Poder sin presencia
Gustavo García Figueroa, hijo del exministro y político de carrera Guillermo García, ocupó el Viceministerio del Interior y llegó incluso a estar encargado del Ministerio. Se suponía que desde allí podía incidir en la seguridad y en el fortalecimiento institucional del departamento. Pero Nariño sigue en manos de grupos armados, con municipios asediados por la violencia, y con una crisis humanitaria en la costa pacífica. ¿Dónde estuvo su gestión cuando Tumaco clamaba por apoyo? ¿Cuáles fueron sus iniciativas reales para mejorar la gobernabilidad en la región? No se conoce ninguna.
Viceministro de Agricultura: El campo sigue igual
Polibio Leandro González, en el Viceministerio de Agricultura, tenía en sus manos una de las mayores responsabilidades: gestionar apoyo para el campo nariñense, golpeado por la pobreza y el abandono estatal. Pero la realidad es que los caficultores siguen enfrentando bajos precios, los lecheros siguen sin soluciones estructurales, y el problema de los cultivos ilícitos sigue sin alternativas reales. Si hubo alguna política que beneficiara a Nariño, no se nota.
Ahora los tres exviceministros aparecen como posibles candidatos al Senado por Nariño, vendiendo la idea de que pueden representar mejor al departamento desde el Congreso. Pero si no lo hicieron cuando tenían poder en el gobierno, con acceso directo a los ministerios y a los recursos, ¿por qué habrían de hacerlo desde el Senado?
Los nariñenses merecen representantes que verdaderamente trabajen por el departamento, no figuras políticas que usaron el gobierno como trampolín electoral. Los visitantes del poder del progresismo ahora regresan como los tres mosqueteros a las toldas de la derecha tradicional a criticar el hasta ahora jefe de gobierno. Son realmente una mentira y parecen que estuvieran actuando para bobos. Estos personajes sin ideas, sin resultados sonun fracaso como Narinenses.
