El Hospital Departamental San Juan de Dios, en Riosucio, suspendió desde el 1 de junio la atención a afiliados de la EPS Mallamas. La decisión responde a una deuda superior a los $500 millones, acumulada pese a múltiples acuerdos de pago que nunca se cumplieron. Hospitales en jaque: EPS incumplen pagos y colapsan servicios en Caldas.
Carlos Mario Mejía, gerente del hospital, advirtió que esta medida busca evitar un colapso total: “No recibimos ni un solo abono. Los pacientes no deben pagar las consecuencias de la mala gestión financiera de las EPS”.
Además, la EPS Asociación Indígena del Cauca (AIC) mantiene una deuda aún mayor, que supera los $10.000 millones. La situación pone en riesgo la atención médica de más de 250.000 personas en el occidente caldense.
Asamblea Departamental lanza alerta y exige intervención del Gobierno
Durante la sesión del 4 de junio, la Comisión Accidental de Salud de la Asamblea de Caldas escuchó a los gerentes de hospitales como San José, Santa Sofía, La Dorada y San Juan de Dios. Todos coincidieron en un diagnóstico: las EPS no están pagando y los servicios podrían suspenderse masivamente.
La diputada Karen Suárez pidió al Gobierno Nacional y a la Dirección Territorial de Salud intervenir con urgencia: “La salud en Caldas está al borde del colapso. Necesitamos que el Gobierno garantice el flujo de recursos”.
La Asamblea programó una nueva sesión para el 9 de junio, en la que se escuchará a más gerentes y se evaluarán medidas adicionales para evitar una parálisis total del sistema hospitalario público.
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Crisis estructural golpea con fuerza a hospitales públicos; Hospitales en jaque: EPS incumplen pagos y colapsan servicios en Caldas
La falta de liquidez, los retrasos en giros y la incertidumbre por la reforma a la salud han debilitado a los hospitales públicos. En departamentos como Caldas, donde los centros médicos atienden a poblaciones vulnerables y rurales, la situación es insostenible.
El Hospital San Juan de Dios opera con recursos compartidos. Cuando una EPS no paga, se afecta toda la estructura: insumos, nómina, urgencias y cirugía. El efecto dominó ya empezó y podría extenderse a otros centros del país.
“Tomamos una decisión difícil pero necesaria. La sostenibilidad del hospital está en juego. Seguiremos abiertos al diálogo con las EPS, pero necesitamos soluciones reales”, puntualizó Mejía.