
Klingenberg, Alemania, 1976. — La madrugada del 1 de julio de 1976, en una pequeña aldea de Baviera, murió Anneliese Michel, una joven de 23 años cuya historia se convirtió en uno de los episodios más oscuros y polémicos de la Alemania moderna. Su caso, mezcla de religión, ciencia y tragedia, dio lugar a un proceso judicial sin precedentes y a una de las películas de terror más famosas del cine: El Exorcismo de Emily Rose.
Una vida marcada por la fe y la enfermedad
Anneliese nació en una familia profundamente católica. Desde la adolescencia sufría epilepsia y episodios depresivos, por lo que fue tratada con medicamentos. Sin embargo, con el tiempo aseguró escuchar voces, ver “rostros demoníacos” y sentir una presencia maligna que la acosaba constantemente.
Ni los médicos ni los tratamientos psiquiátricos lograron mejorar su estado. Convencida de que estaba poseída por demonios, Anneliese y su familia recurrieron a la Iglesia en busca de ayuda.
Los exorcismos
En 1975, la diócesis de Wurzburgo autorizó a los sacerdotes Ernst Alt y Arnold Renz a realizar un exorcismo siguiendo el ritual romano. Durante los siguientes diez meses, la joven fue sometida a 67 sesiones de exorcismo que llegaron a durar hasta cuatro horas.
Grabaciones de audio —que aún se conservan— muestran a Anneliese gritando con voces graves, insultando, hablando en distintos idiomas y asegurando estar poseída por demonios como Lucifer, Judas y Nerón.
Una muerte que sacudió a Alemania
El 1 de julio de 1976, tras meses de rituales, Anneliese murió en su casa. Pesaba apenas 30 kilos, presentaba desnutrición severa y marcas de rodillas destrozadas por pasar horas rezando. La causa oficial de la muerte fue inanición y deshidratación.
Juicio histórico
El caso llegó a los tribunales en 1978. Los padres de Anneliese y los dos sacerdotes fueron acusados de homicidio negligente. El juicio, seguido por toda Alemania, enfrentó a la ciencia con la fe:
- La defensa argumentó que Anneliese había pedido los exorcismos y que se trataba de un combate espiritual.
- La fiscalía sostuvo que la joven necesitaba atención médica, no rituales religiosos.
Finalmente, los sacerdotes y los padres fueron condenados a seis meses de prisión suspendida y tres años de libertad condicional.
El legado del caso
Más de cuatro décadas después, el exorcismo de Anneliese Michel sigue dividiendo opiniones. Para unos, fue una víctima de enfermedad mental y fanatismo religioso; para otros, su muerte confirma la existencia de fuerzas demoníacas.
Su historia ha inspirado libros, documentales y películas, convirtiéndose en un referente del debate entre lo inexplicable y lo científico. Lo único indiscutible es que, en aquel verano de 1976, la tragedia de una joven alemana expuso al mundo el frágil límite entre la fe, la medicina y el misterio.
