El actual secretario de Salud del Huila y exalcalde de Gigante, César Germán Roa Trujillo, vuelve a estar en el ojo del huracán. La Procuraduría Provincial de Garzón lo llamó a juicio disciplinario por no garantizar el funcionamiento del Consejo Municipal de Juventud (CJM), omisión que obligó a una orden judicial para que, año y medio después, expidiera el acto administrativo que por ley estaba obligado a cumplir.
Según el Ministerio Público, Roa ignoró de manera reiterada la obligación de aplicar el artículo 57 de la Ley 1622 de 2013, que buscaba asegurar la operación de los consejos juveniles. “Fue necesario que lo conminaran mediante una orden judicial perentoria para que cumpliera con el imperativo legal”, señaló la Procuraduría.
La investigación disciplinaria se originó en la acción de cumplimiento interpuesta por el ciudadano Kevin David Arrigui Vargas, quien denunció que sus derechos fundamentales a la participación y la educación fueron vulnerados por el entonces mandatario de Gigante. El Juzgado Séptimo Administrativo de Neiva le dio la razón y ordenó a Roa actuar en un plazo de diez días. Aun así, el exalcalde dilató el proceso, calificando como “frívola” la emisión del acto administrativo requerido.
La Procuraduría concluyó que esta renuencia podría constituir falta disciplinaria grave, pues revela desobediencia a una norma clara, afectando la representación de los jóvenes y la confianza ciudadana en la institucionalidad.
Pero este no es el único frente abierto. A este proceso se suma otro, también en curso, por presuntas irregularidades en la contratación de más de $2.399 millones durante su administración. Según el órgano de control, Roa adjudicó contratos a dedo, sin respetar los principios de transparencia ni la obligación de adelantar procesos públicos.
De confirmarse estas faltas, el panorama para el hoy exalcalde se torna complejo y políticamente explosivo.