La discusión sobre una reforma tributaria en Bogotá no puede reducirse a un simple ajuste tarifario ni disfrazarse con un nombre rimbombante y aparentemente bien intencionado. Se trata de un debate amplio y profundo que debe abordarse con argumentos sólidos y rigurosidad técnica, basándose en evidencia, pero también considerando la coyuntura macroeconómica, el contexto global y la realidad que enfrentan las familias y empresas bogotanas. Por supuesto, este debate también debe regirse por los principios de justicia, progresividad, equidad y eficiencia. La ciudad debe avanzar en esta materia, no retroceder.

Este debate cobra aún más relevancia dado que, además de la propuesta presentada por la Administración Distrital, el Gobierno Nacional ha anunciado un proyecto de decreto que busca aumentar en un 20% el costo de la energía eléctrica para diversas actividades económicas, con el objetivo de recaudar más de un billón de pesos. En este escenario, tanto ciudadanos como sectores productivos estarían enfrentando una doble carga tributaria, justo en un momento especialmente desafiante para la economía colombiana.

Por ello, es fundamental que la discusión tributaria en Bogotá se dé con seriedad y transparencia. No se trata solo de incrementar el recaudo, sino de evaluar cuidadosamente los efectos sociales y económicos de cada medida, así como el destino de los recursos. Con ese compromiso, hemos decidido estudiar a fondo la propuesta y, antes de iniciar el primer debate en la Comisión de Hacienda, resaltamos cinco puntos que merecen especial atención por su fuerte impacto en el bolsillo de los bogotanos.


1. Educación superior en riesgo

La propuesta del alcalde Galán afecta directamente el acceso a la educación superior, especialmente para las familias más vulnerables. El aumento de la tarifa del ICA para las instituciones de educación superior del 9.66 x 1.000 al 11 x 1.000 probablemente se trasladará al valor de las matrículas. Hoy muchas IES atraviesan una crisis de matrículas, por lo que este incremento agravaría la situación y haría aún más inalcanzable para muchos jóvenes bogotanos la posibilidad de estudiar. Desde nuestra curul, propondremos reducir esta tarifa al 7 x 1.000.


2. Mascotas: un gasto del hogar que se encarece

La reforma también impacta negativamente a las familias bogotanas que tienen mascotas, cada vez más frecuentes en los hogares. Su alimentación y bienestar son parte del gasto cotidiano, pero esta propuesta incrementa considerablemente el ICA para la producción de alimentos preparados para animales (de 4 x 1.000 a 11 x 1.000) y para los servicios veterinarios (de 9.66 x 1.000 a 11 x 1.000). Este aumento afectará directamente a los hogares, especialmente en un contexto donde cubrir gastos como hospitalizaciones o cirugías veterinarias ya es difícil. Incluso podría generar consecuencias indeseadas como el aumento del abandono de animales en la ciudad.


3. Servicios públicos: aumentos inadmisibles

Una de las medidas más regresivas es el impuesto al alumbrado público. El Concejo, liderado por nuestro partido Alianza Verde, ya había hundido esta propuesta en el Plan de Desarrollo por proponer tarifas desproporcionadas y no lograr una concertación adecuada. Sin embargo, la nueva propuesta resulta aún más regresiva.

Los estratos 4, 5 y 6 pagarían tarifas del 7%, 8% y 9% sobre el valor del consumo respectivamente, entre 1 y 2 puntos porcentuales más que lo propuesto anteriormente. Para los sectores comercial, industrial y oficial, la tarifa sería del 10%. Esta medida es un golpe directo a la productividad, afectando desde pequeños emprendedores y madres cabeza de hogar hasta grandes empresas. Si el gobierno del alcalde Galán no rectifica, el Concejo debe rechazar esta iniciativa.

Además, después de un alza de más del 36% en la tarifa del gas debido a la improvisación del Gobierno Nacional en materia energética, la propuesta del alcalde pretende encarecer aún más este servicio. Se plantea aumentar el ICA para las empresas distribuidoras de gas del 9.66 x 1.000 al 11 x 1.000, una carga que, como es habitual, terminarán asumiendo los usuarios a través de sus facturas.


4. Afectación a sectores económicos clave

El tejido productivo local también se ve fuertemente afectado. Las peluquerías, por ejemplo, sufrirán un aumento del ICA del 9.66 x 1.000 al 11 x 1.000, en contradicción directa con una norma recientemente aprobada para impulsar este sector. Estas pequeñas empresas, muchas lideradas por mujeres cabeza de hogar, cumplen un papel fundamental en la economía local y no deben ser castigadas con más impuestos.

El sector cultural también se ve perjudicado. Las actividades de exhibición de películas y videos verían un incremento del ICA del 6.9 x 1.000 al 11 x 1.000, lo que podría encarecer aún más el acceso al cine para los ciudadanos.


5. Turismo: una oportunidad que se encarece

Finalmente, el turismo —una actividad con gran potencial para el desarrollo económico de la ciudad— también se vería afectado. El ICA para operadores turísticos y agencias de viajes aumentaría del 9.66 x 1.000 al 11 x 1.000. Esto encarecería los paquetes turísticos que incluyen transporte, alojamiento, visitas a lugares históricos, asistencia a eventos y comidas, afectando tanto a los viajeros como a la competitividad del sector.