El comercio exterior de Colombia enfrenta una situación crítica debido a la reducción de las exportaciones de petróleo y combustibles, lo que pone en riesgo la competitividad del país y sus ingresos en divisas.
Aunque la transición energética forma parte del plan de Gobierno, expertos advierten que debe aplicarse de forma gradual y bien planificada, pues los declives en estos sectores ya están afectando negativamente otros componentes de la economía.
Datos recientes del DANE muestran que, durante la administración de Gustavo Petro, las exportaciones de combustibles y productos extractivos han registrado caídas marcadas, particularmente desde 2023. En lo que va de 2025, hasta julio, el descenso acumulado frente al mismo periodo del año anterior supera el 19 %.
El petróleo, que tiene un peso importante dentro del grupo de hidrocarburos exportados, también ha mostrado un comportamiento adverso. Sus ventas al exterior han disminuido desde 2023, y siguen bajando este año, tanto en volumen como en cotización internacional.
Entre los factores que explican esta declinación están la caída en la producción nacional de hidrocarburos y la reducción de la exploración. También juega un papel clave la baja de los precios del crudo en los mercados globales, junto con descuentos que afectan los ingresos que obtiene Colombia por su mezcla de crudos.
Representantes de gremios como Campetrol, Analdex o AmCham advierten que si no se reactiva la actividad exploratoria y extractiva de manera oportuna, se podrían ver impactos mayores en la balanza comercial, las finanzas estatales, la estabilidad energética y el bienestar regional.
Además, alertan que la reducción de las exportaciones minero-energéticas, que representan casi la mitad del total del comercio exterior, debilita no sólo los ingresos en petróleo, sino también las regalías que financian obras regionales, y podría generar dependencia creciente de importaciones energéticas.
En cuanto a posibles salidas, se propone reactivar exploraciones, acelerar proyectos que están en pausa, incrementar las reservas comprobadas, desarrollar yacimientos offshore, y mejorar el factor de recuperación en los campos existentes. También se sugiere potenciar otros sectores exportadores —como la agroindustria y manufacturas— para balancear la baja actual de los hidrocarburos.
