Lo que parecía una noche de fiesta y contenido se convirtió en un episodio de terror digital. Dos streamers colombianos, conocidos como CapitainGee y CrisTravels, estaban transmitiendo en vivo en la plataforma Kick desde Medellín cuando fueron víctimas de un robo frente a miles de espectadores.

En la transmisión, que aún circula en redes, se ve cómo varias mujeres invitadas al apartamento compartían tragos con los streamers. Minutos después, comenzaron comportamientos extraños: movimientos bruscos, cámaras apagadas y finalmente la desaparición de objetos de valor. Algunos seguidores incluso especulan que en las copas había algo más que alcohol.

El clip rápidamente se viralizó con comentarios como:
👉 “Eso les pasa por confiar en cualquiera en stream”
👉 “Parecía contenido armado hasta que se vio el pánico real”
👉 “¿Y la policía dónde estaba?”

El caso abre de nuevo el debate sobre la seguridad de los streamers en Colombia, que cada vez más realizan contenido en tiempo real mostrando sus casas, barrios y hasta rutinas privadas.

Más allá del chisme, la situación deja una lección: la delgada línea entre entretenimiento y riesgo cuando la vida personal se convierte en espectáculo público.