El fallo de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) contra el último secretariado de las Farc sigue generando indignación en el país. Esta vez fue Jhon Frank Pinchao, expolicía que permaneció más de ocho años secuestrado por esa guerrilla, quien expresó su rechazo a la decisión.

La Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP condenó a Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo y Rodrigo Granda a ocho años de sanción propia, la máxima contemplada en el Acuerdo de Paz. El fallo hace parte del macrocaso 01, relacionado con secuestros, homicidios, desapariciones y otros crímenes de guerra.

Pinchao, quien fue secuestrado en 1998 durante la toma de Mitú y logró escapar en 2007 tras cinco intentos, calificó la sentencia como una “ofensa” y una “revictimización”. “No fuimos asesinados gracias a la bondad de Dios (…) Mi cautiverio se prolongó durante ocho años y medio”, señaló el expolicía.

El exsecuestrado aseguró que, a pesar del fallo, aún espera verdad, reparación integral y condenas proporcionales a la gravedad de los delitos cometidos.

Según la JEP, el secretariado de las Farc usó el secuestro como una política criminal para financiar la organización, presionar al Estado con canjes y ejercer control social y territorial. Se estima que la guerrilla secuestró a más de 21.000 personas, de las cuales 4.325 han sido acreditadas como víctimas en este proceso.

Como parte de la sanción, los exjefes deberán trabajar durante ocho años en proyectos restaurativos relacionados con la búsqueda de desaparecidos, acciones contra minas antipersona, protección ambiental y reparación simbólica.

La decisión, aunque histórica dentro del sistema de justicia transicional, sigue dividiendo opiniones entre víctimas y sectores de la sociedad colombiana.