Remedios Sánchez Sánchez, conocida como La Mataviejas, ha vuelto a ser detenida bajo sospecha de cometer un asesinato mientras disfrutaba de un permiso penitenciario. Esta nueva acusación pone en evidencia las debilidades del sistema de permisos carcelarios para reclusos con antecedentes graves.
La investigación gira en torno al fallecimiento de una mujer de 91 años en A Coruña, hallada en su hogar el pasado 3 de octubre. Al principio se trató como muerte natural o un accidente doméstico. Pero revisiones posteriores y una autopsia revelaron lesiones compatibles con homicidio: heridas por asfixia y fracturas en las costillas.
Grabaciones de cámaras de seguridad mostraron que aquella anciana estuvo acompañada por una mujer desconocida el día del deceso; esa figura coincide con la reclusa condenada. Una huella encontrada en el interior del domicilio también coincidió con La Mataviejas prisión permiso, lo que reforzó las sospechas de su implicación. Fue detenida el 8 de octubre en la cárcel de Teixeiro, donde purga condena por otros crímenes.
¿Cómo operaba durante el permiso penitenciario?
En 2008, Sánchez fue condenada a 144 años por asesinar a tres ancianas y por intentar matar a otras cuatro, además de robos y otros delitos. Aunque la ley española limita el tiempo efectivo en prisión entre 25 y 30 años, se le concedían permisos por buena conducta y evaluación favorable. Fue bajo esos permisos que ahora se le acusa de volver a delinquir.
Durante ese tiempo, habría abusado de la confianza de mujeres mayores, acercándose como acompañante o asistente para luego asfixiarlas o estrangularlas. Este modus operandi ya estaba documentado en sus sentencias originales.
Riesgos del sistema de permisos para internos peligrosos
El caso de La Mataviejas prisión permiso reaviva el debate sobre la regulación de los permisos penitenciarios para reclusos con condenas graves. Cómo asegurar que estos permisos no sean usados para cometer nuevos delitos es una pregunta urgente. Muchos críticos exigen revisar criterios de concesión y controles más estrictos.
Este episodio también alerta sobre la vulnerabilidad de ancianos que viven solos. Las autoridades de A Coruña y de la justicia española enfrentan ahora una presión pública para reforzar mecanismos de supervisión.
