Un grupo de científicos ha encontrado evidencias que sugieren que fragmentos de la antigua “Proto-Tierra”, el cuerpo planetario que existió antes de la gran colisión que dio origen a la Luna, podrían seguir intactos bajo la superficie terrestre. Este hallazgo redefine lo que se sabía sobre los orígenes del planeta y abre nuevas posibilidades para entender cómo se formó la Tierra tal como la conocemos.

Los investigadores descubrieron en rocas muy antiguas unas firmas isotópicas de potasio que no coinciden con las del resto de la corteza terrestre. Estas composiciones químicas únicas indicarían que ciertos materiales primordiales sobrevivieron al impacto masivo con un objeto del tamaño de Marte, conocido como Theia, ocurrido hace unos 4.500 millones de años. Según los científicos, estos fragmentos habrían quedado atrapados en las profundidades del manto, conservando su composición original durante miles de millones de años.

El estudio sugiere que parte del interior de la Tierra aún contiene restos de ese mundo prehistórico, lo que cambia la forma en que se entiende la evolución geológica del planeta. Si se confirma, este sería el primer registro directo de material que antecede a la formación de la Luna, un testimonio vivo del proceso violento que dio origen al sistema Tierra-Luna.

Los expertos destacan que este descubrimiento podría ofrecer pistas cruciales sobre cómo se formaron los planetas rocosos del sistema solar y cómo evolucionaron sus estructuras internas. Además, refuerza la idea de que nuestro planeta guarda en su interior una historia más compleja y profunda de lo que hasta ahora se imaginaba, con huellas que conectan directamente con los orígenes mismos de la Tierra.