El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este jueves al Departamento de Defensa (Pentágono) que reanude de inmediato las pruebas de armas nucleares, interrumpidas desde 1992.
La decisión, calificada por analistas como histórica y altamente controvertida, rompe con más de 30 años de moratoria nuclear no oficial que el país mantenía bajo los acuerdos internacionales de control de armas.

Según un comunicado oficial difundido por la Casa Blanca, el mandatario instruyó al Pentágono para que “inicie una nueva era de pruebas estratégicas que garanticen la supremacía nuclear estadounidense ante las amenazas emergentes de Rusia, China, Corea del Norte e Irán”.

Contexto de la decisión

La orden llega apenas días antes de la cumbre bilateral entre Trump y el presidente chino Xi Jinping en Seúl, donde ambos líderes discutirán temas de comercio, aranceles y control de armas.
Fuentes diplomáticas indicaron que la medida habría tomado por sorpresa incluso a algunos altos mandos del Departamento de Estado, pues podría tensionar las relaciones con Pekín y Moscú en plena crisis por Ucrania.

La última prueba nuclear estadounidense se realizó en Nevada en septiembre de 1992. Desde entonces, el país se había comprometido a mantener una moratoria voluntaria, aunque sin ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT).

Reacciones internacionales

  • Rusia calificó la orden como “una provocación directa” y anunció que reforzará su disuasión estratégica en respuesta.
  • China convocó al embajador estadounidense en Pekín para expresar “grave preocupación”.
  • La ONU y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) pidieron a Washington “reconsiderar” la decisión y “mantener el compromiso con la estabilidad nuclear global”.
  • En Europa, líderes de la OTAN expresaron inquietud pero defendieron el “derecho de Estados Unidos a garantizar su seguridad nacional”.