En el más reciente ciclo del reality show Desafío Siglo XXI, la tensión ha escalado al máximo ante la pregunta que todos se hacen: ¿Quién será el último elegido? Con la definición de los ocho mejores participantes de la temporada cada vez más cerca, no solo importa sobrevivir en la competencia, sino también descifrar quién ostentará ese privilegiado papel de “elegido”.
En esta etapa, los equipos han adoptado una mecánica estricta: solo dos hombres y dos mujeres pueden ser sentenciados por cada casa, lo que aumenta la intensidad de los enfrentamientos en los Desafíos a Muerte. Sin embargo, la figura del elegido añade un giro estratégico clave: si uno de los sentenciados resulta ser el elegido y cumple con su tarea asignada, se salva de la eliminación sin siquiera competir contra su rival.
¿Quiénes están en la mira?
Tras la primera prueba del ciclo, los ojos de los competidores se han posado sobre las mujeres de ambas casas, especialmente sobre la participante Tina, del equipo rosado. Tras una meditación de equipo, empezaron a surgir sospechas de que podría ser ella la elegida. En la casa rosada, por ejemplo, algunos sugirieron que no la llevaran a las pruebas de Sentencia y Hambre ni de Sentencia, Premio y Castigo para evitar que los perjudicara.
En el equipo Gamma, las sospechas se inclinaron hacia Mencho y Yudisa. El primero despertó dudas por tomarse demasiado tiempo en una prueba, lo cual generó preguntas sobre su verdadero papel. Y Yudisa llamó la atención por mantenerse inusualmente tranquila ante la derrota de su equipo, comportamiento contrario a lo habitual en ella. Finalmente, el equipo decidió llevar a Mencho a la sentencia y planean enviarlo si ganan la próxima prueba.
¿Qué sigue?
La próxima prueba se vuelve decisiva: la estrategia para descubrir al elegido y asegurarse la permanencia está al rojo vivo. Los competidores ya no solo buscan ganar sino también asegurarse de no quedar vulnerables ante juegos extra o dinámicas especiales. Este ciclo promete sorpresa, tensión y maniobras inesperadas.
