En Haití, al menos 25 personas fallecieron, muchos de ellos niños, principalmente por inundaciones y el desbordamiento del río en la localidad de Petit‑Goâve. En Jamaica, hubo al menos 8 muertes, con el 77 % de la isla sin electricidad y más de 25 000 personas alojadas en refugios. En Cuba se registró una evacuación masiva —más de 735 000 personas— y extensos daños, aunque al momento no se confirmaron muertes. Se calcula que la cifra total de muertes mármol supera las 30 personas hasta el momento, y la tormenta sigue causando estragos Melissa tocó tierra en Jamaica como huracán de Categoría 5, con vientos muy intensos, lo que la coloca entre las tormentas más potentes registradas en el Caribe. La región ya presentaba vulnerabilidad: infraestructuras débiles, sistemas de evacuación exigidos, y ahora el impacto climático exacerba riesgos. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones mortales, especialmente en zonas costeras o de ríos como Petit-Goâve. Los esfuerzos de búsqueda y rescate están en marcha, aunque en algunas zonas todavía no se ha podido acceder fácilmente. La recuperación será larga: viviendas destruidas, servicios públicos interrumpidos, cultivos devastados, y un impacto económico significativo. Se lanza nuevamente el llamado al apoyo internacional, especialmente en contextos de cambio climático donde tormentas más feroces se vuelven cada vez más comunes