El planeta se prepara para recibir el impacto de una fuerte tormenta geomagnética, tras la detección de una eyección de masa coronal (CME) por el NOAA / Space Weather Prediction Center, clasificada como nivel G3 en la escala de clima espacial.
Los científicos señalan que esta erupción solar, proveniente de una región activa del Sol, se dirige hacia la Tierra con una velocidad estimada de cientos de kilómetros por segundo; su llegada se calcula entre la noche del jueves y la mañana del viernes.
De acuerdo con los expertos, aunque no representa una catástrofe inmediata para la sociedad, sí podría generar perturbaciones tecnológicas de alcance significativo, tales como:
- Interrupciones o degradación de comunicaciones por radio de alta frecuencia (HF), especialmente en zonas expuestas al Sol al momento del impacto.
- Problemas temporales en señales de navegación y GPS, lo que podría afectar transporte aéreo, marítimo y sistemas que dependen de sincronización satelital.
- Fluctuaciones en redes eléctricas, especialmente en latitudes altas y en condiciones de geomagnetismo activo; lo que podría llevar a picos de voltaje o servicios interrumpidos.
Las agencias de monitoreo recomiendan mantener vigilancia activa sobre actualizaciones, así como que usuarios, entidades de telecomunicaciones, transporte y redes eléctricas revisen sus protocolos de contingencia. A nivel individual, se sugiere tener respaldos de energía, desconectar aparatos sensibles y utilizar protectores de voltaje si se encuentra en una zona de riesgo
Aunque la tormenta está catalogada como G3 —considerada fuerte pero no extrema— el contexto tecnológico actual, con mayor dependencia de satélites, redes eléctricas digitalizadas y telecomunicaciones globalizadas, incrementa la vulnerabilidad comparada con eventos similares del pasado.
En definitiva: aunque para la mayoría de la población el evento podría pasar casi inadvertido (más allá de ver auroras en latitudes poco habituales), los operadores de infraestructura crítica y los usuarios sensibles deberían estar alerta durante las próximas horas.