
En el barrio San Mateo, comuna 5 de Soacha (Cundinamarca), un valiente menor abrió la puerta de su hogar para permitir la entrada de la Policía Nacional de Colombia, impidiendo lo que habría sido un feminicidio en flagrancia.
Los hechos ocurrieron cuando vecinos alertaron sobre gritos y una agresión en curso. Al llegar al lugar, los agentes encontraron a un hombre atacando violentamente a una mujer —presuntamente su pareja— con un arma cortopunzante contra su cuello.
La víctima presentaba múltiples heridas: dos de arma blanca en las piernas, hematomas en el torso y una lesión en la mano por intentar defenderse. Fue asistida por los uniformados y trasladada a un centro médico en estado de shock.
El agresor fue sorprendido en flagrancia y capturado por la Policía Nacional, que calificó el hecho como tentativa de feminicidio.
Este episodio vuelve a poner en evidencia la gravedad de la violencia de género e intrafamiliar en Colombia y la importancia de la denuncia, así como del papel que aún pueden jugar los testigos —en este caso un menor— para salvar vidas.
En Soacha (Cundinamarca), un menor de edad evitó un feminicidio al abrir la puerta de su casa para que ingresaran los policías y rescataran a su madre, quien era atacada por su pareja con un cuchillo. La rápida acción del niño permitió salvar la vida de la víctima, que fue trasladada a un centro médico con heridas. El agresor fue capturado en flagrancia y las autoridades investigan el caso como tentativa de feminicidio.
