Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, incluyó a Colombia en su lista de países que no cumplen los estándares en la lucha contra el narcotráfico.
Este anuncio marca un nuevo giro en las relaciones bilaterales y genera incertidumbre en sectores de seguridad, cooperación internacional y comercio — además de aumentar el escrutinio sobre las operaciones del gobierno del Gustavo Petro.
Analistas advierten que la decisión podría tener efectos sobre ayudas, inversión extranjera y la confianza internacional en las políticas antidrogas del país