La aerolínea colombiana Avianca anunció este 26 de noviembre de 2025 la suspensión temporal de sus vuelos entre Colombia y Venezuela hasta el 5 de diciembre, en medio de un contexto de crecientes tensiones diplomáticas y militares entre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y el gobierno del Donald J. Trump en Estados Unidos.

¿Por qué tomó esta decisión Avianca?

  • La medida responde a una alerta emitida por la Federal Aviation Administration (FAA), en la que se advierte un posible deterioro de la seguridad y un aumento de la “actividad militar” en el espacio aéreo de Venezuela, sobre todo alrededor del aeropuerto internacional de Maiquetía —el principal del país para conexiones internacionales —.
  • En consecuencia, Avianca decidió priorizar la seguridad de sus pasajeros y tripulación, reprogramando los vuelos que tenían agendados para finales de noviembre al 5 de diciembre.
  • La aerolínea ofreció a los pasajeros con reservas confirmadas diversas alternativas: reprogramar el vuelo sin costo adicional (válido por hasta un año), cambiar la ruta con origen o destino en Cúcuta (también sin costo), o solicitar el reembolso de los pasajes no utilizados.

Contexto regional y reacción de Venezuela

El ajuste de operación de Avianca no ocurre de forma aislada. Varias otras aerolíneas internacionales también suspendieron sus vuelos hacia Caracas en los últimos días, tales como Iberia, TAP Air Portugal, LATAM Colombia, Turkish Airlines, GOL Linhas Aéreas, entre otras.
Ante esta ola de suspensiones, el gobierno venezolano a través del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) advirtió que retiraría las concesiones de vuelo a las aerolíneas que no reanudaran operaciones en un plazo de 48 horas.
Esa advertencia se materializó este 27 de noviembre: las concesiones fueron efectivamente revocadas a varias de esas aerolíneas, incluida Avianca.

Desde el Gobierno venezolano, la medida fue justificada como una defensa de su soberanía: se acusó a las compañías de sumarse a lo que Caracas denunció como “acciones de terrorismo de Estado” promovidas por Estados Unidos.

Impacto sobre viajeros y conectividad

La suspensión y revocación de vuelos afecta directamente a miles de pasajeros —colombianos, venezolanos y otros viajeros internacionales— que habían planeado vuelos entre Colombia y Venezuela para finales de noviembre y principios de diciembre. Muchos ahora se encuentran en incertidumbre, con necesidad de reprogramar, cambiar rutas o pedir reembolsos.

Esta decisión complica significativamente la conectividad aérea entre América Latina y Venezuela, en un momento ya de por sí sensible por la crisis política, migratoria y económica en la región.

Lo que busca Avianca y lo que reclama Venezuela

Avianca ha solicitado a las autoridades de aviación que clarifiquen con urgencia las recomendaciones y condiciones actuales para poder evaluar la continuidad o reanudación de sus operaciones.
Por su parte, el gobierno venezolano —con el respaldo del régimen de Maduro— ha señalado que la decisión de revocar concesiones es firme, y que su prioridad es mantener el control soberano de su espacio aéreo y garantizar lo que considera su dignidad estatal.

Conclusión

La suspensión de vuelos de Avianca a Venezuela hasta el 5 de diciembre y la revocación de su concesión por parte de Caracas simbolizan un nuevo capítulo en la escalada de tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Más allá del impacto comercial y de conectividad aérea, esta coyuntura tiene profundas implicaciones para la movilidad de personas —familias divididas, migrantes, viajeros frecuentes— y revela cómo los conflictos geopolíticos se traducen rápidamente en efectos concretos para la ciudadanía. La incertidumbre sobre cuándo se reanudarán los vuelos —y bajo qué condiciones— mantiene en vilo no solo a las aerolíneas, sino también a miles de usuarios que dependen de esas rutas.