En una operación simultánea realizada en Chía, Cali y Pasto, las autoridades lograron desmantelar una red que reclutaba jóvenes en zonas rurales de Nariño para ponerlos al servicio de grupos armados. La operación dejó tres capturas y una imputación, y se considera un golpe significativo contra la delincuencia organizada en la región.

Según las autoridades, la red reclutaba jóvenes mediante manipulación ideológica, presión y ofertas económicas, y los asignaba a funciones de vigilancia, apoyo logístico y participación directa en acciones criminales. La estructura también estaba involucrada en homicidios selectivos, extorsiones, secuestros y control territorial en varios municipios del departamento.

La investigación reveló que los capturados tenían alrededor de tres años vinculados a estas actividades delictivas, y que mantenían alianzas temporales con otras estructuras armadas ilegales para controlar corredores estratégicos y facilitar su movilidad.

Durante el procedimiento, las autoridades incautaron tres equipos celulares utilizados para coordinar actividades delictivas. Se considera que este resultado afecta de manera directa la capacidad operativa del grupo y reduce el alcance de sus economías criminales en el occidente de Nariño.

La Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación destacaron la importancia de este operativo, que se suma a los esfuerzos por combatir la delincuencia organizada y proteger a los jóvenes en zonas rurales de Nariño.