El Servicio Geológico Colombiano (SGC) elevó el nivel de alerta del volcán de Amarillo a Naranja el 29 de noviembre de 2025, tras registrar un aumento significativo en sismicidad (movimiento interno de fluidos), emisiones de gases y columnas de ceniza.
Desde entonces, los reportes indican que se han emitido al menos 23 alertas para la aeronáutica civil — es decir, las emisiones han sido lo suficientemente potentes como para alcanzar alturas y dispersión que afectan al espacio aéreo.
En la madrugada del 30 de noviembre, se registró un tremor volcánico continuo, acompañado de una columna de ceniza de al menos 500 metros sobre la cima (aunque podría haber superado 1 km, la altura exacta no se pudo confirmar por condiciones climáticas).
Además, hay reportes desde varias comunidades y zonas — veredas y municipios cercanos — de caída de ceniza fina y fuerte olor a azufre, lo que denota dispersión de gases y material volcánico hacia zonas pobladas.
⚠️ Qué significa para la población / posibles riesgos
La alerta naranja implica un riesgo aumentado de erupción o de nuevas emisiones significativas. Aunque no hay certeza de que vaya a ocurrir una erupción grande, no se puede descartar un empeoramiento en cualquier momento.
Las variaciones pueden ser bruscas: pueden tener momentos de calma, pero eso no significa que haya estabilidad permanente.
Por ahora, las autoridades han emitido alertas para la aeronáutica, y se sugiere no acercarse al cráter ni a zonas de riesgo. Se recomienda estar atento a los boletines del SGC y acatar las indicaciones de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Podría haber afectación a comunidades rurales, cultivos, vías y salud (por inhalación de ceniza o gases), especialmente si la dispersión continúa hacia zonas pobladas.
🧑👩👦 Qué deben tomar en cuenta las comunidades cercanas
Prepararse para posibles evacuaciones preventivas si la actividad se intensifica. De hecho, tras la alerta naranja, la UNGRD habilitó una Sala de Crisis Nacional.
Usar tapabocas, proteger ojos y vías respiratorias, cubrir depósitos de agua, proteger cultivos y animales — sobre todo en veredas afectadas por ceniza.
Mantenerse informados a través de los canales oficiales del SGC y autoridades locales (gobernación, alcaldías) para seguir las indicaciones.
Evitar acercarse a zonas volcánicas, y no subestimar la “calma aparente”: aunque el volcán no esté dando signos fuertes en un momento, la situación puede cambiar rápidamente.