El 3 de diciembre de 2025, desde la Casa Blanca se emitió una fuerte señal hacia inmigrantes con motivo de la organización del Mundial 2026 en Estados Unidos.

El anuncio lo hizo Andrew Giuliani, jefe del grupo de trabajo del gobierno estadounidense para el Mundial. En una rueda de prensa en Washington, afirmó que su país “no descarta nada que haga más seguro al país” y advirtió que podrían llevarse a cabo redadas y detenciones a inmigrantes durante el evento.

Giuliani señaló que el Gobierno no tolerará “alborotadores que amenacen la seguridad”, dejando claro que la iniciativa de seguridad estará por encima de todo, y que las decisiones sobre visados y migración estarán sujetas a criterios de “seguridad nacional”.

El anuncio ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos, sindicatos de migrantes y sectores sociales —que advierten que este tipo de políticas podrían generar un ambiente hostil para inmigrantes, visitantes y fanáticos del fútbol que planeen viajar a Estados Unidos para la Copa Mundial.

Con este llamado, la administración de Trump pone énfasis en su narrativa de seguridad interna, justo cuando se afina la organización del torneo: el sorteo de grupos está previsto para los próximos días.