El expresidente Álvaro Uribe salió públicamente en defensa de su hermano Santiago Uribe Vélez, luego de que el senador Iván Cepeda lo calificara como “jefe paramilitar”, declaraciones que han reavivado una fuerte polémica nacional.
Qué dijo Cepeda — y la respuesta de Uribe
Durante una sesión del Senado, Cepeda acusó a Santiago Uribe de haber sido condenado por crimen de lesa humanidad y de ser responsable de la creación de grupos paramilitares.
En respuesta, Uribe calificó esas afirmaciones como “falaces” y denunció que Cepeda actúa como un “verdugo con apariencia de apóstol”, argumentando que sus acusaciones forman parte de una estrategia para deslegitimar a sus opositores.
El exmandatario sostuvo que su familia no merece ese tipo de señalamientos sin pruebas comprobadas, y acusó a Cepeda de proteger al narcoterrorismo, en referencia a su respaldo político al actual gobierno.
Implicaciones del enfrentamiento
El intercambio público se convierte en uno de los episodios más tensos del actual debate político: resucita viejos odios, revive procesos judiciales antiguos y aporta a la polarización que atraviesa al país.
Para muchos analistas, la polémica no solo pone en la mira el pasado del conflicto armado colombiano y la parapolítica, sino también la responsabilidad de actores políticos al momento de emitir señalamientos con alto impacto mediático.
Lo que sigue
El país espera que haya una revisión seria de las pruebas presentadas por Cepeda, así como una respuesta legítima de las autoridades judiciales. Por su parte, Uribe y su entorno político han rechazado rotundamente las acusaciones y advertido sobre posibles acciones jurídicas contra quienes las han formulado.
Este episodio marca un nuevo capítulo en un debate que ha definido gran parte de la reciente historia política colombiana.

