La JEP, la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y el programa PRESENCIAS — Sonidos & Ecos, de la Universidad Nacional de Colombia, presentará en una ceremonia especial los diseños arquitectónicos del Hospital del Meta,
“El Hospital de La Paz”, un proyecto histórico de reparación integral para víctimas de violencia sexual, diseñado por el arquitecto Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker 2016 y que será edificado en un lote donado por la familia Quintero Ruiz.
En esta ceremonia contaremos con la presentación de la cantante mexicana Vivir Quintana, el Coro Chaminade integrado por niños y niñas, la pianista cubana Beatriz Batista y el maestro Aníbal Dos Santos, primera viola de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y un coro de más de 100 mujeres cantantes profesionales que se unen a las voces de 100 mujeres víctimas del conflicto armado colombiano.
Este evento contará también con la presencia del Ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Jaramillo, entre otras autoridades invitadas.
La presentación tendrá lugar el miércoles 10 de diciembre de 2025, a las 9:00 a.m., en el Auditorio León de Greiff UNAL, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos. Entrada Libre
Invitados en la ceremonia del Hospital de la Paz
Sonidos & Ecos, programa de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, bajo la curaduría y dirección general de María Belén Sáez de Ibarra, se une a esta ceremonia de presentación del Hospital de la Paz, iniciativa de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP y la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales.
Para PRESENCIAS, este acto es una invitación a acompañar la construcción del Hospital de la Paz, en Meta, como casa de cuidado, justicia y esperanza para las mujeres víctimas y sus comunidades.
Con la fuerza del canto, de la memoria y del compromiso institucional, Colombia dará un paso decisivo hacia la reparación integral y la garantía de no repetición.
Un hito del Acuerdo Final: justicia, salud y dignidad
Desde 2016, las víctimas, lideradas por Ángela María Escobar y la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, han construido un camino ejemplar de articulación institucional para hacer realidad un sueño que por años pareció imposible: construir un hospital especializado donde la vida, el cuerpo y la dignidad sean reparados integralmente.
Este sueño que por muchos años parecía una utopía, ha contado con el acompañamiento decisivo del ginecólogo congoleño Dr. Denis Mukwege, Premio Nobel de Paz 2018 y fundador del Hospital Panzi.
Su mensaje para esta ceremonia subraya que hospitales nacidos del sufrimiento, como Panzi y el futuro Hospital del Meta, son lugares donde “la violencia deja de tener la última palabra para que la vida vuelva a levantarse”.
Quién es Denis Mukwege:
Médico ginecólogo y activista congoleño, galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2018 junto con Nadia Murad.
Fundó el Hospital Panzi, donde se especializa en la atención integral a mujeres sobrevivientes de violencia sexual durante los conflictos en la República Democrática del Congo.
Es uno de los principales expertos mundiales en reparación física tras violaciones en grupo y ha tratado a miles de víctimas desde 1998.
Su labor incansable lo ha convertido en una voz global contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra.
Un compromiso colectivo hacia la no repetición:
El Hospital de la Paz, que se construirá en Cumaral, Meta, se proyecta como un modelo ejemplar de reparación integral que integra salud física, salud mental, arte, autonomía económica, acompañamiento jurídico y sanación espiritual.
Su desarrollo ha sido posible gracias a la alianza entre las víctimas, la JEP, el Ministerio de Salud, la familia Quintero Ruiz, donante del terreno de 9 hectáreas y el arquitecto Alejandro Aravena.
Aravena, ganador del Premio Pritzker 2016, considerado el Nobel de la arquitectura, quien junto a su equipo estuvo en Colombia en septiembre pasado para desarrollar un proceso de diseño participativo con las víctimas, ha dicho que el hospital será “una casa con sentido de comunidad, un lugar sanador, saludable y acogedor; una especie de segunda casa”.
La familia Quintero Ruiz, fiel al legado familiar de “la paz por encima de todas las cosas”, donó el terreno en Cumaral donde se construirá el hospital y ha demostrado el compromiso de la sociedad civil con la reparación integral.
Por su parte, el Ministerio de Salud integró el proyecto al sistema nacional a través del Hospital San Juan de Dios, garantizando su sostenibilidad y fortaleciendo el compromiso institucional con la no repetición.
Estas alianzas demuestran que la justicia restaurativa puede sanar lo que la guerra dañó cuando las voluntades se encuentran, los talentos se unen y las instituciones cumplen sus promesas.