Según Katia Álvarez —directora de enología de la bodega Martín Códax—, el llamado “vino sin alcohol” y el vino tradicional con alcohol son dos productos diferentes, pensados para contextos distintos, aunque parten del mismo proceso básico. La Vanguardia
🔄 Cómo se elabora un vino sin alcohol
- El proceso comienza igual al de un vino tradicional: cultivo de uvas (en este caso, usan uva albariño 100 %), vendimia, fermentación… hasta tener un vino base. La Vanguardia
- Una vez listo ese vino base, se le retira cuidadosamente el alcohol mediante un tratamiento físico controlado (combinando presión y temperatura), de forma gradual, para preservar los aromas, la textura y las notas del vino original. La Vanguardia
- Tras la desalcoholización, se recuperan los compuestos aromáticos propios del vino para mantener su perfil sensorial —sabor, aromas, frescura— con un carácter más ligero. La Vanguardia
✅ Qué se conserva, qué cambia
- Con la eliminación del alcohol, el vino pierde el “cuerpo” y la sensación plena que aporta el alcohol, por lo que el resultado es más ligero, fresco y directo. La Vanguardia
- Los aromas esenciales pueden mantenerse casi intactos si el proceso se realiza con delicadeza; aunque algunos matices sutiles pueden atenuarse. La Vanguardia
- En cuanto a la conservación luego de abierto: sin alcohol —que funciona como conservante natural— el vino desalcoholizado es más sensible; por ejemplo, conviene consumirlo en pocos días y mantenerlo refrigerado. La Vanguardia
🍽️ ¿Es vino “de verdad”? ¿Para quién va?
- Desde un punto de vista estrictamente normativo (en la legislación europea), para que algo sea considerado “vino” debe tener alcohol. Por ello, técnicamente un vino desalcoholizado no entra en la definición legal de vino. La Vanguardia+1
- Pero en el uso cotidiano se habla de “vino sin alcohol” como sustituto o alternativa: la propuesta de Katia Alvarez no es reemplazar el vino tradicional, sino ofrecer otra opción — para quienes quieren disfrutar el sabor, aromas y contexto del vino sin consumir alcohol. La Vanguardia
- Esa alternativa puede atraer a personas que por salud, estilo de vida o convicciones prefieren evitar el alcohol, pero desean compartir una copa en reuniones, comidas o celebraciones. La Vanguardia
📰 Qué implica este enfoque y por qué es relevante
- La elaboración cuidadosa del vino desalcoholizado —manteniendo los mismos estándares desde la uva hasta la fermentación— demuestra que no se trata de “agua con sabor”, sino de un producto elaborado con intención enológica.
- La existencia de vinos sin alcohol amplía las opciones de consumo consciente y puede abrir el mundo del vino a quienes antes no lo consideraban por razones personales o de salud.
- Desde la perspectiva de los productores y bodegas, este tipo de vino representa innovación: mantiene la tradición vinícola (uvas, aromas, cata) adaptándola a las nuevas tendencias de consumo.
