Qué pasó
Una adolescente de 15 años, Sara Yuliana Zambrano Maya, fue rociada con alcohol y quemada por cuatro jóvenes dentro de un establecimiento en Pasto. El ataque dejó quemaduras en el 80 % de su cuerpo.
Desde entonces, Sara ha sido sometida a múltiples cirugías e injertos de piel — algunas fuentes mencionan unas 48 intervenciones — y permanece hospitalizada desde hace alrededor de cuatro meses.
Sus familiares denunciaron que los responsables continúan en libertad, pues la investigación judicial avanza lentamente.
Situación de la familia y su denuncia contra autoridades
La familia debió trasladarse a otra ciudad (Cali) para que Sara reciba atención. Según relatan, vendieron lo poco que tenían, abandonaron sus empleos y hoy sobreviven “de la voluntad de la gente”
Según su madre, cuando acudieron al gobierno local para pedir ayuda tras la tragedia, el Alcaldía de Pasto les dio apenas 70.000 pesos “para el pasaje” — lo que consideran una ayuda mínima e insuficiente dada la magnitud del daño.
Reacciones y críticas
La petición de la familia se enfoca en exigir justicia: que los responsables respondan por lo ocurrido, que el caso no quede impune y que se brinde un acompañamiento digno a la menor.
Muchas personas, desde la opinión pública, consideran que el apoyo de 70.000 COP (unos pocos dólares/eurs al cambio) es muy insuficiente comparado con los costos médicos, emocionales y de desplazamiento que afrontan.
El hecho resalta problemas estructurales: negligencia institucional, precariedad del sistema de protección social para víctimas de violencia grave, y la necesidad de mecanismos reales de apoyo en casos de agresiones terribles contra menores.
Situación actual y pendientes
La menor sigue en tratamiento, con secuelas físicas y emocionales, y la familia permanece en espera de justicia.
Las autoridades locales aún no han ofrecido una ayuda real ni un plan de acompañamiento sostenible, según lo que denuncia la madre.
La comunidad y organizaciones defensoras llaman a que se atienda este caso con urgencia, no solo en lo médico, sino en protección legal, apoyo psicológico y reparación para la víctima y su familia.
