Un estudio reciente de personas mayores que han practicado ejercicios de resistencia o de resistencia cardiovascular durante décadas reportó que sus células del sistema inmune —especialmente las llamadas células NK— mantenían una función más eficiente, usaban la energía de forma más eficaz y parecían envejecer más lento. ScienceDaily+2Noticias Venevisión+2
Otra revisión sistemática señala que tras un entrenamiento de varias semanas de resistencia, los adultos mayores mostraron mejoras en varios aspectos de la función celular inmune: aumento de la actividad de fagocitos (neutrófilos), mayor actividad de células NK, y una mejor respuesta general de defensa. PubMed+1
Además, un estilo de vida activo, con ejercicio regular, parece atenuar la llamada “inmunosenescencia” —el deterioro natural del sistema inmune con la edad— y reduce algunos marcadores de inflamación crónica, lo que ayuda a mantener la inmunidad más “juvenil”. MDPI+2MDPI+2
En situaciones prácticas recientes —como vacunaciones en adultos mayores— varios estudios indican que quienes son físicamente activos muestran una mejor respuesta inmune, con menor inflamación y mejor activación celular.
