El son cubano fue oficialmente inscrito este miércoles como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, junto a otras nueve manifestaciones latinoamericanas, en una jornada que también marcó el primer reconocimiento de este tipo para El Salvador.

El anuncio se produjo durante la reunión anual del Comité Intergubernamental de la UNESCO, que desde el martes analiza en Nueva Delhi un total de 68 candidaturas para integrar sus listas de patrimonio vivo. Entre las propuestas destacadas figura la práctica del son cubano, un género que experimentó una revitalización internacional tras el proyecto Buena Vista Social Club a finales de los años noventa.

El martes ya habían sido aprobadas otras expresiones musicales: el joropo de Venezuela y el cuarteto, característico de la ciudad argentina de Córdoba. A ellas se sumó este miércoles la sarawja de Moquegua, en Perú, una manifestación que conjuga danza y música de raíces aymaras.

El organismo también valoró tradiciones vinculadas a la religiosidad popular, como la Fiesta de la Virgen de Guadalupe en Sucre, Bolivia, y la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa, México. Chile, por su parte, amplió su presencia en la lista gracias al reconocimiento del circo de tradición familiar.

Patrimonios que requieren protección urgente

En el inicio de la sesión, la UNESCO incorporó once prácticas a la categoría de patrimonio inmaterial que requiere acciones inmediatas de salvaguardia. Entre estas figuran la artesanía ancestral ñai’upo de Paraguay y las técnicas constructivas de la casa quincha y la junta de embarre en Panamá.

Antes de esta ronda de inscripciones, las listas de Patrimonio Cultural Inmaterial contaban con 788 prácticas procedentes de 150 países.

El Salvador obtiene su primer reconocimiento

Una de las decisiones más celebradas correspondió a El Salvador, que logró su primera inscripción con la cofradía de las flores y las palmas de Panchimalco. Esta tradición, declarada patrimonio inmaterial a nivel nacional en 2023, tiene profundas raíces indígenas que se remontan a la época colonial.

La festividad, dedicada a la Virgen María, reúne rituales, música, danzas y gastronomía típicas, y es especialmente conocida por su procesión de palmas decoradas con flores silvestres.