La Cámara de Diputados de Brasil aprobó durante la madrugada de este miércoles (10.12.2025) un proyecto de ley que abre la puerta a una reducción significativa de la condena impuesta al expresidente Jair Bolsonaro, actualmente sentenciado a 27 años de prisión por delitos relacionados con el intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva.
La propuesta obtuvo 291 votos favorables, 148 en contra y una abstención, y ahora seguirá su curso en el Senado, donde deberá ser ratificada. Si la iniciativa prospera, Bolsonaro —de 70 años y encarcelado desde finales de noviembre— podría ver su pena reducida a poco más de dos años.
El texto aprobado modifica la forma en que se combinan las penas para quienes son condenados por los delitos de golpe de Estado y de intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho. Al ser considerados tipos penales similares, la norma establece que se aplicará únicamente la sanción más severa: la correspondiente al golpe de Estado, que contempla hasta 12 años de cárcel. Esta pena ya no se sumaría a los hasta ocho años previstos por el segundo delito.
Además, el proyecto introduce una reducción adicional cuando las acciones golpistas se ejecutan en el marco de una “multitud”, como ocurrió en los ataques del 8 de enero de 2023, cuando cientos de simpatizantes de Bolsonaro asaltaron las sedes de los poderes del Estado en Brasilia. En esos casos, la pena podría rebajarse entre un tercio y dos tercios.
Otro punto clave de la propuesta es la flexibilización del tiempo requerido para avanzar del régimen cerrado al semiabierto. Los condenados podrían solicitar la progresión después de cumplir una sexta parte de la sentencia, o una cuarta parte si hubo violencia. Según el relator del proyecto, el diputado Paulo Pereira da Silva, Bolsonaro podría abandonar el régimen cerrado en poco más de dos años.
Los cambios también beneficiarían a exministros y altos mandos militares involucrados en los intentos de revertir la derrota electoral del exmandatario en 2022.
Durante el debate, Pereira presentó la iniciativa como un gesto de “reconciliación nacional” que busca “corregir excesos” sin eliminar la responsabilidad penal. Sin embargo, la propuesta fue duramente rechazada por el oficialismo. “Esta Cámara está abrazando el golpismo”, criticó Lindbergh Farias, líder del Partido de los Trabajadores (PT).
El Partido Liberal, fuerza política de Bolsonaro, había intentado inicialmente impulsar una amnistía total, opción que fue descartada por amplios sectores, incluso dentro de la derecha. Finalmente, los diputados alineados con el expresidente aceptaron una versión menos amplia, que —según afirmó su líder Sóstenes Cavalcante— cuenta con el respaldo del propio Bolsonaro.
La sesión estuvo marcada por escenas de tensión: empujones, forcejeos e incluso la ocupación simbólica de la silla de la presidencia por un diputado de izquierda, quien fue retirado por el personal de seguridad. Los periodistas también fueron desalojados del pleno en medio de los disturbios.
