Durante el último año, los aeropuertos colombianos han enfrentado una serie de dificultades que han impactado de manera directa la movilidad aérea del país y la percepción de los usuarios frente a la calidad del servicio. Retrasos constantes, fallas de infraestructura, limitaciones técnicas y problemas administrativos han marcado la operación en varias terminales aéreas, generando preocupación en el sector aeronaútico y entre los viajeros.

Uno de los factores más relevantes ha sido el deterioro progresivo de la infraestructura aeroportuaria. En ciudades principales como Bogotá, Medellín y Cartagena, los terminales han operado al límite de su capacidad debido al aumento de la demanda y la falta de ampliaciones a tiempo. Esto ha provocado congestiones en horas pico, demoras en los procesos de embarque y afectaciones en el manejo de equipajes, generando inconformidad entre los pasajeros.

A estas dificultades se suman problemas en los sistemas de navegación aérea. Durante varios meses, diferentes aeropuertos reportaron fallas en radares, restricciones por condiciones meteorológicas y limitaciones en la operación nocturna. Estos inconvenientes provocaron retrasos en cadena que afectaron a decenas de vuelos diarios y obligaron a las aerolíneas a reorganizar itinerarios, elevando los costos operativos.

En el plano administrativo, también se han presentado desafíos. La contratación y capacitación del personal ha sido insuficiente en algunos aeropuertos regionales, lo que ha derivado en tiempos de atención más largos y en una disminución de la eficiencia en los procesos de seguridad y control migratorio. Además, las discusiones sobre concesiones, inversiones y responsabilidades entre entidades públicas y privadas han generado incertidumbre sobre la modernización necesaria para responder a la creciente demanda aérea.

Como consecuencia, la experiencia del usuario se ha visto afectada de manera significativa. La acumulación de quejas por retrasos, pérdidas de equipaje y falta de información oportuna evidencia la necesidad urgente de reforzar la planificación y modernización del sistema aeroportuario colombiano. Expertos del sector coinciden en que, sin una inversión sostenida y una mejor coordinación entre autoridades y operadores, estas dificultades podrían seguir afectando la conectividad del país y su competitividad en la región.