Bryan Stern, exmilitar estadounidense y fundador de la Grey Bull Rescue Foundation, reveló a la BBC los detalles de la arriesgada operación clandestina que permitió sacar de Venezuela a la líder opositora y reciente Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado. La misión, bautizada como “Operación Dinamita Dorada”, combinó disfraces, navegación nocturna en mares turbulentos y un vuelo final hacia Oslo, Noruega.

Según Stern, la operación se desarrolló bajo condiciones extremas: oscuridad total, lluvias intensas, frío y olas de hasta tres metros. Aun así, asegura que Machado mantuvo una actitud “formidable” durante todo el trayecto. “Estaba empapada y tiritando, pero no se quejó ni una sola vez”, relató.

La líder opositora llevaba meses escondida tras las controvertidas elecciones del año anterior en Venezuela. No aparecía en público desde enero y no veía a sus hijos desde hacía dos años, hasta su llegada a Oslo poco antes de la medianoche del miércoles, donde recibió el Nobel de la Paz.

Stern explicó que Grey Bull —organización especializada en misiones de rescate en zonas de conflicto— llevaba meses preparando infraestructura en el Caribe, incluyendo Venezuela y Aruba, ante la posibilidad de tener que evacuar personas en el país. Sin embargo, reconoce que nada de lo previsto estaba diseñado para una figura tan reconocida como Machado. “Era la segunda persona más popular del país, con una diana en la espalda”, afirmó.

El plan se aceleró en cuestión de días: el equipo contactó a Stern a inicios de diciembre, se desplegó el domingo y completó la misión el martes. El operativo consistió en trasladar a Machado desde su lugar de refugio hacia un punto costero, desde donde una pequeña embarcación la llevó hacia un segundo barco en alta mar. Desde allí continuaron el viaje entre fuertes oleajes, antes de llevarla a tierra firme para abordar el avión que la llevaría a Noruega.

Por razones de seguridad, Stern evitó revelar detalles cruciales del recorrido y aseguró que se tomaron medidas para proteger su identidad y evitar rastreos digitales. “La amenaza biométrica es muy real”, advirtió.

El exmilitar también indicó que las personas en Venezuela que colaboraron en la operación no eran conscientes del papel que jugaban en el plan completo, una estrategia destinada a protegerlos. Enfatizó que la operación fue financiada por donantes privados y no por el gobierno estadounidense.

Aunque María Corina Machado ha expresado su deseo de regresar a Venezuela, Stern afirma haberle aconsejado no hacerlo. “Es madre. La necesitamos. Pero tengo la sensación de que volverá”, dijo, reconociendo el fuerte compromiso de la dirigente con su país y sus seguidores.

“Operación Dinamita Dorada” deja al descubierto la magnitud del riesgo que enfrentó la opositora venezolana en su salida clandestina, así como los desafíos que rodean su eventual regreso a un país marcado por la tensión política.