Aunque ha sido condenado en julio de 2025 por soborno y fraude procesal en un caso de manipulación de testigos, Uribe continúa activo políticamente.
El fallo en primera instancia lo convierte en el primer expresidente en Colombia en ser hallado culpable en un juicio formalmente.
No obstante, esa condena aún está sujeta a apelaciones, lo que mantiene abierto el escenario judicial.
Qué está haciendo Uribe
Uribe ha intensificado su actividad política: recorre regiones del país, da declaraciones públicas y busca reconectar con bases del uribismo.
Su estrategia consiste en construir una gran coalición de derecha, además del Centro Democrático, para enfrentar el movimiento del actual presidente Gustavo Petro (el “petrismo”).
Está promoviendo cambios internos en su partido: para la elección del candidato presidencial, se plantea primero realizar una encuesta interna y luego una consulta más amplia entre varios partidos de derecha.
Uribe ha ampliado su cercanía con sectores diverso del espectro conservador, incluyendo figuras como Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila, y también se ha acercado a personas que habían sido rivales políticos como Germán Vargas Lleras (Cambio Radical).
Limitaciones y retos
No puede aspirar nuevamente a la Presidencia, pues hay impedimentos legales y constitucionales que lo lo limitan.
Su figura sigue siendo muy polarizadora: mientras ciertos sectores lo apoyan fuertemente, otros lo rechazan por los escándalos judiciales y por su estilo político.
Hay dependencia política fuerte de su personalidad dentro del Centro Democrático, lo que genera tensión sobre el rol de nuevos liderazgos.
El éxito de la coalición y de su influencia dependerá también de los resultados de las apelaciones judiciales y del clima político de cara a 2026.