El anuncio hecho en las últimas horas por el presidente de la República, Gustavo Petro, de reanudar las fumigaciones aéreas con glifosato, en las zonas donde se han registrado asonadas contra la fuerza pública, causa en estos momentos una gran inquietud entre los alcaldes nariñenses, puesto que precisamente este departamento es el que suma mayor número de casos en lo que va corrido del año.

En efecto, hasta el momento, Nariño es el primero en estos episodios de violencia con un total de 9, seguido por Cauca con 7, Valle del Cauca 4, y Cali 3, de acuerdo con las informaciones oficiales.

Sobre esta situación la Fiscalía General de la Nación, informó que en los primeros 8 meses del presente año, se han registrado en el país, 52 asonadas, de las cuales 39 estuvieron dirigidas contra integrantes de la fuerza pública.

Gran inquietud

Al respecto, los mandatarios municipales de Nariño, dijeron que en el pasado esa actividad, les ha causado grandes perjuicios, especialmente ambientales, con la destrucción de la vegetación y cultivos. En otros casos, también se refirieron a afectaciones en la salud de humanos, especialmente niños y en animales de granja y domésticos.

Es de anotar que esta decisión presidencia llega en medio de crítica coyuntura de orden público en el departamento de Nariño, puesto que en zona del puerto de Tumaco, el asesor de la alcaldesa del municipio de Mosquera, Luis Fernando Sánchez, murió en desarrollo de confusos hechos, en los que recibió un disparo proveniente de un integrante de la Armada Nacional. En torno a este insuceso, la alcaldesa de Mosquera, Karen Lizeth Pineda, manifestó que  la lancha en la que viajaba su comitiva fue atacada pese a haber advertido su presencia y la Procuraduría abrió indagación preliminar para esclarecer si hubo vulneración de protocolos en el uso de la fuerza.

Paralelamente, se han reportado nuevos ataques que aumentan la tensión: dos atentados contra la vía férrea de El Cerrejón, presuntamente cometidos por el ELN; una explosión con granada en el oriente de Cali que dejó tres heridos; el secuestro de un indígena en Anorí, Antioquia,  y un ataque con drones cargados de explosivos en Puerto Leguizamo, Putumayo , que lesionó a cuatro infantes de marina.

Las autoridades insisten en que la fumigación es una medida excepcional dentro de un contexto de creciente violencia en varias regiones del país.