La ciudad de Medellín vivió una noche de tensión tras el atentado con explosivos contra una torre de energía de EPM en la vía Loreto, sector de la Asomadera. El hecho, registrado el miércoles 10 de septiembre, incluyó la instalación de una bandera alusiva al Frente 36 de las disidencias de las FARC, según confirmó el alcalde Federico Gutiérrez.
El mandatario indicó que la detonación, ocurrida entre las 8:00 y 8:10 p. m., generó una alteración en la transmisión eléctrica, pero sin dejar usuarios sin servicio. EPM confirmó que, aunque no hubo interrupciones en el fluido eléctrico, los trabajos de reparación solo iniciarán cuando el área sea declarada libre de explosivos por el Ejército y la Policía.
La Alcaldía anunció una recompensa de hasta $200 millones por información que permita identificar, judicializar y capturar a los responsables. “Medellín no se arrodilla ante el terrorismo. Aquí hay autoridad y habrá resultados”, expresó el secretario de Seguridad y Convivencia, Manuel Villa Mejía, desde el lugar de la explosión.
Las autoridades mantienen cierres viales preventivos debido a la posible presencia de otros artefactos explosivos en torres cercanas. Investigadores analizan si el ataque fue una retaliación por la operación reciente en Campamento (Antioquia), en la que la Fuerza Pública abatió a cuatro integrantes del Frente 36.
Con este nuevo atentado, las autoridades refuerzan los operativos de seguridad para evitar más acciones violentas contra la infraestructura estratégica de la ciudad.
