Este miércoles, 23 de noviembre, vence el plazo que tienen Avianca y Viva Air para presentar un recurso legal con el fin de que la Aerocivil evalúe nuevamente la solicitud de integración empresarial que hicieron estas dos aerolíneas, ya que consideran que esta sería la única salida para «salvar a Viva de una inminente quiebra».
Las empresas tienen la posibilidad de presentar un recurso de reposición y en subsidio de apelación o hacer una apelación directa, cualquiera que sea el camino que finalmente se tome, una respuesta se debería dar en alrededor de dos meses, aunque el Gobierno Nacional ha manifestado su interés en resolver este caso en el menor tiempo posible.
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Aunque Avianca considera que no tendría una posición dominante en el mercado colombiano si se llega a integrar con Viva, está dispuesta a plantearle a la Aerocivil varios ofrecimientos o alternativas para que esta situación se pueda mitigar y así tener el aval para llevar a cabo la operación.
Una de ellas podría ser, por ejemplo, renunciar a operar alguna de las tres rutas en las que se llegaría a tener el 100 por ciento de participación tras la integración con Viva: Bogotá-Riohacha, Medellín-Riohacha y Bogotá-Santa Marta.
Actualmente, Avianca tiene una participación del 36,6 por ciento en el marcado colombiano, mientras que Viva abarca un 20,4 por ciento. En una eventual integración, estas aerolíneas llegarían a controlar el 57 por ciento.
Desde Avianca también aseguraron que, con la integración, Viva seguirá con su modelo low-cost porque es «ganador» y hacia allá es donde está migrando el mercado, aunque esto no significa que en algún momento los tiquetes aéreos no vayan a subir de precio, ya que esto dependerá de las dinámicas del mercado.
«Tenemos que hacer que Viva sea una aerolínea autosostenible, porque no puede ser un negocio que pierda dinero consistentemente«, dijeron.
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En caso de que la Aerocivil decida aprobar esta operación, la matriz de Avianca podría dar apoyo financiero, así como consolidar los derechos políticos y de control, para invertir en ella y solventar la difícil situación que atraviesa.
De no llegarse a aprobar la integración y no se pueda “salvar” la compañía, estarían en riesgo unos 1.000 empleos directos y 5.000 indirectos, la compañía dejaría de existir y con ella sus más de 40 rutas en el país, de las cuales, nueve son atendidas exclusivamente por esta aerolínea.
Avianca también aclaró que este proceso es independiente de Abra Group, proyecto en el que los accionistas Avianca y GOL siguen avanzando.
Vale la pena recordar que la Aerocivil decidió no dar su aval para la integración empresarial argumentando que Viva no es una empresa que esté en una crisis que afecte su viabilidad en el mercado.
Además, se tuvo en cuenta que una integración representaba riesgos para la competencia en el sector porque las aerolíneas participan en 59 rutas nacionales, que movilizan el 93,7 por ciento del tráfico doméstico del país.