A menos de una semana para la segunda vuelta presidencial en Chile, la contienda entre el ultraderechista José Kast y la comunista Jeannette Jara mantiene la atención del país, aunque los sondeos filtrados anticipan un triunfo cómodo del candidato de derecha.

Expertos señalan que, a pesar de la ventaja de Kast, recientes errores de campaña y un mal desempeño en el debate radial del 3 de diciembre han generado cierta incertidumbre. Entre estos fallos se destacan polémicas declaraciones de un diputado de su partido y la dificultad del candidato para explicar su plan de expulsión de extranjeros, factores que podrían abrir una pequeña ventana para un resultado inesperado.

Contrario a la percepción inicial de un enfrentamiento entre extremos, los analistas coinciden en que ambos candidatos se han desplazado hacia posiciones más centristas, en gran medida por las restricciones de un Parlamento fragmentado que no permitiría implementar medidas radicales. Olaf Jacob, representante en Chile de la Fundación Konrad Adenauer, advierte que “quien gane deberá moderarse, porque los números en el Congreso no dan para políticas extremas”.

Según Jorge Saavedra, profesor de la Universidad Diego Portales, un triunfo de Jara representaría la continuidad del actual gobierno socialdemócrata, mientras que Kast introduciría un giro más rupturista. El candidato republicano ha planteado la idea de un “gobierno de emergencia” para enfrentar la crisis que, según él, atraviesa el país, centrando su agenda en la seguridad y la recuperación económica, sin detallar políticas para la etapa posterior. Sus referentes políticos incluyen figuras como Viktor Orbán, Donald Trump, Nayib Bukele y Jair Bolsonaro.

Aun así, la polarización total se ve atenuada por la composición del Parlamento. Saavedra apunta que, al igual que durante la presidencia de Gabriel Boric, el Legislativo funcionará como moderador del debate, limitando la posibilidad de implementar medidas extremas, sin importar quién resulte vencedor el 14 de diciembre.