Banco de la República evalúa emitir más monedas de ‘La Pola’

Luego del éxito que tuvo la moneda de Policarpa Salavarrieta, cuyo valor nominal es de $10.000 y fue emitida como homenaje a los 200 años de fallecimiento de la calificada heroína, el Banco de la República estaría evaluando la posibilidad de hacer una emisión adicional.

Te puede interesar: ¿Dónde se puede comprar la nueva moneda de $ 10.000?

Y es que fue tanto la fiebre por obtener esta moneda conmemorativa, que rápidamente las unidades se agotaron en Barranquilla, Cali, Medellín, Bucaramanga, Honda y Manizales.

“La emisión total correspondió a 20.000 monedas, según las estimaciones que se hicieron en su momento y teniendo en cuenta la demanda con monedas conmemorativas anteriores. Ante el éxito que ha tenido esta, el Banco está evaluando la posibilidad de realizar en un futuro una emisión adicional”, expresó Néstor Eduardo Plazas Bonilla, subgerente Industrial y de Tesorería del banco.

Asimismo, Plazas afirmó que en los últimos años se ha evidenciado un interés por coleccionar este tipo de monedas, que con el tiempo adquieren mayor valor.

“Hemos observado recientemente que se ha despertado interés de un sector de la población por coleccionar las monedas conmemorativas, teniendo en cuenta el diseño y la calidad. Estaremos informando sobre la evolución de los inventarios disponibles”, dijo el funcionario.

La circulación de la moneda comenzó desde el pasado 10 de enero y, según el Emisor, es de curso legal, por lo que podrá ser usada para cualquier tipo de transacción monetaria equivalente a su valor. La unidad, de color plateado, tiene un diámetro de 35 mm y un peso de 21,75 gramos. Es resultado de una aleación de cobre y níquel.

También puedes leer: Colfuturo apertura convocatoria de becas para estudiar maestrías en el extranjero [VIDEO]

El anverso de la moneda muestra la imagen de Policarpa Salavarrieta, basada en un retrato de 1855 del pintor José María Espinosa.

Por su parte, el reverso presenta la casa donde vivió Policarpa en la población de Guaduas, Cundinamarca. Está situada a poco más de una cuadra del parque principal y su construcción, de una sola planta, con muros de bahareque y techo de palma, es testimonio de la vida cotidiana de una familia de mediana riqueza en su época.