Por cuenta de las confrontaciones entre grupos armados en zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, las autoridades estiman que han resultado desplazadas de manera forzada cerca de 114 familias –aproximadamente 400 personas–, quienes han tenido que asentarse en el coliseo de la ciudad, o en zonas cercanas al puerto.
“Hasta el momento hemos caracterizado 114 familias con un promedio de 3 a 4 miembros por familia. Es decir, estamos hablando de un promedio de 400 a 500 personas provenientes de Pital, zona rural del puerto”, afirmó Edwin Patiño, personero de Buenaventura.
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La mayoría de ellas viven en los sectores de Bahía Málaga, Calima, Dagua, Anchicayá, Raposo, Mayorquín, Pital, Cajambre, Yurumanguí y Naya, así lo señaló la Personaría Distrital de Buenaventura, a Blu Radio.
“Ellos, por salvaguardar su vida y su integridad, decidieron desplazarse hacia el casco urbano de Buenaventura. Igualmente, denunciaron la presencia de hombres fuertemente armados en su territorio”, dijo Patiño, para el mismo medio.
Así mismo, la Personería Distrital ha encontrado que los desplazamientos no solo se han dado con destino al casco urbano, también han sido de carácter intrarural.
“Ese territorio tiene 170 familias. Varias de ellas se desplazaron a otras veredas. Asimismo, unas 10 familias que se quedaron como símbolo de resistencia”, señaló el personero.
La entidad gubernamental defensora de derechos humanos, aseguró que en la zona cuenta con presencia de la Jaime Martínez, una disidencia de las Farc, quien se disputa el territorio con integrantes de la Segunda Marquetalia, y con la guerrilla del ELN.
“Es por eso que se necesita presencia de la Fuerza Pública. Entendemos que es difícil la tarea, ese territorio es muy extenso (…) pero de seguir los desplazamientos forzados, en 5 o 10 años no habrá población civil en zona rural del puerto”, concluyó el defensor.
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Se estima que, a la fecha, y durante los últimos dos años, que de la zona rural de Buenaventura han tenido que salir más de 1.200 personas, quienes no han podido regresar tras su desplazamiento, por falta de garantías para habitar esta zona del país.
Situación que llevó a diez Consejos Comunitarios Afros, a movilizarse el pasado 22 de marzo, y taponar el sector de El Gallinero que conduce hasta el puerto, solicitando ayuda humanitaria para las familias que continúan en las veredas, y para quienes se han tenido que asentar en la ciudad.