En el último año, el consumo de leche y sus derivados ha presenciado una baja. Esto se debe a que su precio ha experimentado aumentos significativos. De esta forma, ha impactado negativamente en el bolsillo y las finanzas de las familias.
Según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), el precio de la leche aumentó un 21.82% en junio en comparación con el mismo mes del año anterior. Es así que se convierte en uno de los alimentos de la canasta básica que más se encareció.
Este incremento es menor al reportado en junio del año anterior (37.72%). No obstante, sigue siendo considerable y ejerce presión sobre los jefes de hogar. Además, este aumento de precios se correlaciona con los datos de inseguridad alimentaria. Estos revelaron que el año pasado, un 28% de los hogares redujo tanto la cantidad como la calidad de los alimentos que consumían.
Impacto en las variaciones climáticas en el consumo de leche
Según explicó Andrea González, presidenta de la agremiación lechera, «las variaciones climáticas han incrementado la oferta lechera en este momento, pero la demanda ha sido un obstáculo para garantizar un flujo adecuado en el mercado, afectando a todos los eslabones de la cadena».
Además de los factores climáticos, el orden público y las dificultades en la infraestructura vial han agravado la situación, especialmente en los territorios de Cauca, Nariño, Valle del Cauca y Caquetá, donde se encuentran numerosos pequeños y medianos productores que enfrentan dificultades para comercializar sus productos.
José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), señaló recientemente que la violencia causada por los movimientos indígenas obligó a Alpina a suspender la recolección de leche en Cauca, mientras que Alquería se vio obligada a abandonar Nariño debido a la violencia y las deficiencias en las vías rurales.
Según las cifras de la Unidad de Seguimiento de Precios de la Leche (Uspleche), en mayo de este año se captaron 276.14 millones de litros de leche, una cifra inferior a los 303.9 millones reportados en el mismo mes del año anterior.
Desafíos y potencial del consumo de leche en Colombia
La cadena láctea es de gran importancia económica en Colombia, ya que produce alrededor de 7.500 millones de litros de leche al año, lo que representa el 12% del Producto Interno Bruto (PIB) del sector agropecuario. Además, genera más de 700.000 empleos permanentes en todas las etapas de su producción.
El consumo de leche per cápita en Colombia es de aproximadamente 152 litros al año, y aunque muestra una tendencia creciente, todavía tiene un potencial de incremento de 18 litros más para alcanzar las recomendaciones internacionales de consumo establecidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, el Ministerio de Agricultura reconoce que para aprovechar este potencial es necesario enfrentar varios desafíos, como la informalidad, la baja productividad, las nuevas tendencias de consumo, la sostenibilidad ambiental y la baja escala de producción.
Impacto en las empresas procesadoras de leche
Las empresas procesadoras de leche también se han visto afectadas por la situación actual. Alpina, por ejemplo, ha experimentado una disminución en la recolección de leche, especialmente en el primer trimestre del año. Además, sufrió una pérdida de 500.000 litros de leche debido al derrumbe de Rosas en Cauca, lo que ha llevado a un desabastecimiento de productos derivados como la mantequilla.
A pesar de las presiones, Alpina ha manifestado su compromiso de minimizar el impacto de los costos en los precios finales, implementando programas de eficiencia como el rediseño de su red de operaciones, trasladando líneas de producción entre plantas para acercarse a las zonas de consumo y reducir los costos de transporte.
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Por otro lado, Colanta ha señalado que los cambios políticos en Colombia y América Latina han generado expectativas en la economía de la región, debido a las modificaciones que los nuevos gobiernos implementen en materia tributaria, laboral, de salud, pensional y en la forma de invertir los recursos para reducir la pobreza, impulsar el desarrollo agropecuario y promover el crecimiento industrial.
Reducción en capacidad de compra de algunos productos
La compañía ha destacado que las familias de estratos socioeconómicos medio y bajo han reducido su capacidad de compra y gasto en productos de la canasta básica, debido al alto costo de la mayoría de los productos. En conjunto con otras variables, esto ha generado una inflación del 13.12% en 2022.
Aunque el Ministerio considera que existe espacio para aumentar el consumo de leche en el país, Colanta ve esta situación como uno de los grandes desafíos y oportunidades para el sector lácteo, especialmente en relación a la grave deficiencia nutricional que enfrenta la población, especialmente los niños.
La cooperativa lechera enfatiza la necesidad de desarrollar una política pública que fomente el consumo de lácteos, lo cual beneficiaría tanto a los consumidores como a los productores.
Colanta también ha mencionado la posibilidad de tener que importar un pequeño porcentaje de leche en el futuro, al igual que lo hace con el maíz, la torta de soya y otras materias primas esenciales para la producción agropecuaria, debido a la escasez y la insuficiente producción local que se observa en el país.