El sábado 30 de agosto de 2025, en la vereda Río Frío del municipio de Ituango, Antioquia, el Ejército Nacional llevó a cabo una operación estratégica contra la subestructura Edwin Román Velásquez Valle del Clan del Golfo. Gracias a labores de inteligencia militar y coordinación interinstitucional, las tropas lograron capturar a tres presuntos integrantes de esta peligrosa organización criminal: alias Luis Gómez, alias Jorge Celedón y alias El Niche.

Estas detenciones representan un importante golpe al control territorial que esta estructura mantiene en el Norte de Antioquia. Durante la operación, se incautaron armas de fuego, como una pistola y un revólver, así como una granada y munición de diversos calibres.

Simultáneamente, en el suroeste antioqueño, en Támesis, se ejecutó otra acción contra el Clan del Golfo. En ese lugar, el Ejército neutralizó a alias ‘Político’, señalado como cabecilla armado responsable de coordinar enfrentamientos y promover la expansión del grupo. En esa misma operación fueron capturados alias Amadeo, alias Guajiro y alias Primo, todos con roles clave dentro de la estructura criminal.

Alias Amadeo era uno de los más buscados en el suroeste antioqueño, con recompensa de hasta 25 millones de pesos. Se le vincula con la intimidación a comunidades y con ataques armados, entre ellos un ataque a una subestación eléctrica en Buriticá a inicios de 2025. Alias Guajiro habría estado a cargo del cobro de extorsiones y de coordinar comisiones armadas; alias Primo era señalado como cabecilla urbano encargado del desplazamiento de personal armado y ampliación de la red criminal.

Importancia y contexto

Estas operaciones militares y policiales representan un fuerte golpe tanto en lo estructural como en lo simbólico contra el Clan del Golfo, considerado uno de los grupos criminales más poderosos y violentos del país. La neutralización de alias Político y la captura de sus principales hombres afectan la capacidad operativa, territorial y de intimidación de la organización, especialmente en regiones estratégicas como Antioquia.

El Gobierno y la Fuerza Pública resaltan estos resultados como parte de su estrategia para desmantelar las estructuras criminales, reducir la violencia y restablecer seguridad en zonas donde estas organizaciones ejercen control sobre la población civil e infraestructura local.