La próxima semana, justo el viernes 16 de diciembre, día en que también arrancan las tradicionales novenas navideñas, concluyen las sesiones ordinarias del Congreso de la República. De allí que lo que se viva por estos días en el Capitolio sea una verdadera “aprobatón” de proyectos e iniciativas para evitar que, por falta de tiempo, no se discutan y terminen hundiéndose. O que los llamen a sesiones extras.
El “corre-corre” y el afán coinciden con una palomilla que, para la mayoría en el Congreso, ayuda a aminorar las cargas: el reciente decreto del Gobierno de Gustavo Petro, que les autorizó a senadores y representantes un jugoso aumento del 7,26 % en sus salarios.
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Sin embargo, la buena nueva para los “padres de la patria” contrasta con una determinación que no deja de inquietarles: pasó en su cuarto de ocho debates un proyecto para reducir el receso legislativo, buscando que trabajen un mes más al año. Justamente, uno de los propósitos de la iniciativa es evitar que, como está pasando ahora, los proyectos se discutan “a las carreras” y haya mayor tiempo para su análisis.
Mientras eso sucede, si es que el mismo Congreso no frustra el debate, la “aprobatón” se intensifica, pues en el Capitolio coinciden que el primer semestre legislativo se lo llevó la discusión del marco jurídico de la “paz total” y la reforma tributaria. No obstante, otros proyectos siguen en veremos, como el que reduce el salario de los congresistas, mientras que los más espinosos amenazan con acaparar las discusiones venideras. ¿De cuáles se trata y por qué es tan delicada su discusión?
En el cuarto de sus ocho debates, pues se trata de una iniciativa que plantea modificar la Constitución, la plenaria del Senado aprobó el proyecto que pretende regularizar el uso del cannabis por parte de mayores de edad. Si bien en Colombia está permitida su utilización con fines medicinales, la iniciativa –de autoría del Partido Liberal con apoyo de la aplanadora del Gobierno– le apuesta a levantar las restricciones cuando de fines recreativos se trata.
El debate está entre quienes insisten en el fracaso de la guerra contra las drogas y defienden un cambio de enfoque, y aquellos (especialmente desde el Centro Democrático) que advierten que se estaría “fomentando el vicio” y promoviendo a Colombia “como paraíso de drogas”, dejando de paso vulnerables a menores de edad. La discusión se retomará en marzo de 2023.
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También en el cuarto de ocho debates logró salir avante el proyecto que crea la denominada jurisdicción agraria, una instancia judicial para resolver conflictos de tierras con la mirada centrada en el campo.
Aunque organismos como el Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria defienden que una entidad de ese tenor es una deuda histórica con el campo y favorecía el anhelo de una “paz total”, hay quienes cuestionan que crearía más puestos y favorecer la burocracia.
“Ya tenemos seis altas cortes y vamos para una séptima. El lío es que cuando hay tantas cortes, lo que termina pasando es que una corte diga una cosa, otra también, y la de más allá otra, y un juez termina fallando como quiere”, reclamó desde la oposición la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático).
Reforma política sigue en veremos.
La reforma política que promueve el gobierno de Gustavo Petro no ha estado exenta de enredos y es una de las iniciativas a las que el Congreso le debe poner acelerador antes del 16 de diciembre si no quiere que termine hundida. Si bien estaba previsto que esta semana la Cámara de Representantes la discutiera en cuarto debate, el debate se frustró porque no hubo consenso en la ponencia.
El proyecto contempla que haya listas cerradas y paritarias, que los congresistas puedan saltar sin problema del Legislativo al Ejecutivo o financiación 100 % por parte del Estado. No obstante, asuntos como el voto obligatorio y ser elegido representante a partir de los 18 años tienen en vilo el proyecto, pues hay quienes advierten que esos puntos se hundieron en debates previos y ahora en la ponencia pretendían ser revividos. Si bien el Gobierno ha defendido que con su reforma se atenderían las falencias del sistema electoral, persiste la controversia por asuntos como el transfuguismo, lo que le permitiría a miembros de un partido –por una sola vez– cambiarse de colectividad sin sanciones.
Le cierran la puerta al fracking en el Congreso
Aun con reparos del mismo Gobierno, esta semana fue aprobado en primer debate el proyecto que pretende cerrarle la puerta del todo al fracking en Colombia y prohibir la explotación no convencional de hidrocarburos. La iniciativa logró el visto bueno de la mayoría de la Comisión Quinta del Senado luego de tres intentos por llevar a cabo la discusión.
Pese a que sectores como el Centro Democrático alegan que alrededor del fracking hay mitos y que “el fracturamiento hidráulico no pone en riesgo las fuentes de agua”, la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, dijo que eso representa la destrucción del agua y el territorio. En esa línea, declaró que su prohibición fue una promesa de campaña de Petro que tuvo “un referendo democrático” en las urnas. Pero criticó que la ponencia aprobada en el Senado no deja claro si se permitirán o no extracciones no convencionales, por lo que instó a que haya precisiones en los otros debates.