Consumo: será la inversión la que marque la diferencia en velocidad de la recuperación

Actualmente Colombia continúa avanzando en su proceso de recuperación económica, pero el camino no está exento de retos. Se estima que el país crecerá un 2,5 % en 2025 y acelerará hasta un 2,9 % en 2026, impulsado principalmente por el consumo privado y una inversión que comienza a tomar mayor protagonismo. Sin embargo, este crecimiento se da en un contexto global incierto, con riesgos asociados a las tensiones comerciales, la política monetaria internacional y la volatilidad de las materias primas.

Según el economista de BBVA Research, Mauricio Hernández-Monsalve, el consumo seguirá siendo el motor principal del crecimiento, beneficiado por menores tasas de interés y una inflación en descenso. Pero será la inversión la que marque la diferencia en la velocidad de la recuperación. En 2025, el impulso vendrá de la compra de maquinaria y las obras civiles, dinamizadas por la ejecución de proyectos regionales y el fortalecimiento del sector productivo.

En 2026, el protagonismo lo tomarán las edificaciones, con una recuperación más sólida en el sector inmobiliario, especialmente en vivienda. Sin embargo, persisten desafíos en la cuenta corriente, ya que el crecimiento de la demanda interna generará un mayor déficit externo, en un contexto donde las exportaciones minero-energéticas seguirán enfrentando limitaciones estructurales.

Consumo y tasas

Agregó el experto que, además, el Banco de la República enfrenta el desafío de equilibrar el apoyo a la recuperación económica con el control de la inflación, que, aunque en descenso, aún presenta presiones en rubros como arriendos, energía y servicios.

Si bien la reducción de tasas fortalecerá la capacidad de compra de los hogares y facilitará el acceso al financiamiento para las empresas, la política monetaria deberá mantenerse prudente para evitar nuevas presiones inflacionarias o desajustes cambiarios.

A nivel global, las decisiones de la Reserva Federal seguirán siendo el principal factor externo que influya en la política monetaria interna, el tipo de cambio y las condiciones de financiamiento para Colombia.