Juan Alfonso “El Gato” Baptista, recordado por su papel en Pasión de Gavilanes, reveló que su vida dio un giro importante luego de la pandemia al enfrentar el llamado “síndrome de la cueva”, una condición emocional que afecta a personas que, tras largos periodos de encierro, sienten ansiedad, miedo o resistencia a retomar la vida social y las actividades cotidianas.
El actor contó que, después del confinamiento, experimentó una fuerte necesidad de aislarse, evitar reuniones y permanecer en casa, lo que impactó tanto su vida personal como profesional. Esta situación lo llevó a replantearse prioridades, rutinas y la forma en la que se relaciona con el entorno y con la industria del entretenimiento.
Baptista también recordó que desde joven ha convivido con una parálisis facial, una condición que marcó sus inicios como actor y lo obligó a enfrentar grandes retos físicos y emocionales. Hoy asegura que ambas experiencias lo han fortalecido y le han permitido ver la vida desde una perspectiva más consciente, enfocada en el bienestar mental y el equilibrio personal.
