La Corte Suprema de Justicia condenó al general retirado de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino, tras hallarlo responsable del delito de tráfico de influencias en hechos ocurridos durante su tiempo como director de la institución. El fallo marca un episodio sin precedentes en la historia reciente de la Policía, al involucrar a uno de sus más altos excomandantes.
Según la decisión judicial, Palomino habría usado su posición para intervenir de manera indebida en asuntos administrativos y disciplinarios, favoreciendo intereses particulares y afectando la transparencia institucional. La Corte concluyó que su conducta comprometió la confianza pública depositada en la Policía Nacional.
La sentencia incluye una pena privativa de la libertad y restricciones adicionales definidas por el alto tribunal. Tras el fallo, Palomino fue trasladado al Centro de Reclusión para Miembros de la Fuerza Pública, en cumplimiento de las disposiciones establecidas para uniformados y exuniformados condenados.
El caso generó diversas reacciones en el ámbito político y social. Para algunos sectores, la condena refleja la necesidad de fortalecer los controles internos y evitar que figuras de alto rango usen su autoridad para fines indebidos. Para otros, es una señal del compromiso institucional con la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.
La Corte Suprema destacó que este tipo de decisiones buscan proteger la integridad del sistema judicial y reafirmar que ninguna persona, sin importar su cargo o rango, está por encima de la ley.
