La administración del alcalde Juan Carlos Muñoz atraviesa una creciente controversia pública luego de que distintos sectores ciudadanos y analistas políticos cuestionaran la composición de su equipo de gobierno. El mandatario, que llegó al poder con una narrativa de independencia y ruptura con las viejas prácticas, enfrenta señalamientos sobre una posible cesión de cuotas burocráticas a estructuras políticas tradicionales de Popayán.
La inquietud surgió tras recientes nombramientos en varias secretarías y dependencias municipales, decisiones que, según críticos, favorecerían a grupos con trayectoria histórica en la política local. Aunque los funcionarios designados cumplen con los requisitos técnicos exigidos, su cercanía a determinados sectores ha alimentado el debate sobre si la promesa de un gobierno sin compromisos políticos quedó en entredicho.
Desde la Alcaldía se niega categóricamente que exista algún tipo de “entrega” o condicionamiento político. Voceros oficiales sostienen que las designaciones responden a perfiles técnicos, profesionales y experimentados, elegidos bajo la necesidad de mejorar la gestión pública y acelerar proyectos estratégicos para la ciudad. “Gobernar exige conformar equipos capaces de ejecutar, no de improvisar”, afirmaron.
No obstante, para organizaciones ciudadanas y voces independientes, estos movimientos representan un viraje político que podría alterar la orientación inicial del gobierno. Aseguran que el riesgo no está solo en los nombres, sino en que figuras de peso tradicional logren influir en decisiones administrativas, contratación, priorización de obras y manejo de recursos.
Analistas locales advierten que este tipo de tensiones son frecuentes en gobiernos que buscan combinar independencia con gobernabilidad. Sin embargo, también señalan que en un mandato construido sobre la promesa de no depender de los partidos tradicionales, cualquier acercamiento a estas estructuras genera mayor nivel de escrutinio público.
Por ahora, la discusión sigue abierta y continuará siendo tema central en la agenda política de Popayán. La ciudadanía observa con atención si los ajustes en el gabinete representan un acomodamiento político, o si responden, como afirma la administración, a la necesidad de fortalecer técnicamente la gestión municipal.
