Declararon calamidad pública

 Redacción Extra

La declaratoria de calamidad pública anunciada por el alcalde de Puerto Lleras, Jeisson Sosa, tras el desbordamiento de los ríos Ariari e Iracá, ha expuesto no solo una emergencia climática, sino también la falta de preparación y gestión anticipada por parte de la administración municipal frente a una situación que era, para muchos habitantes, previsible.

Según el pronunciamiento oficial posterior al Comité Extraordinario de Gestión del Riesgo, el 100% de la zona urbana y veredas como Chafuray, Tierra Grata y Esmeralda II han resultado gravemente afectadas. Sin embargo, líderes comunitarios y actores sociales se preguntan por qué no se tomaron medidas preventivas a tiempo, cuando desde hace semanas se advertía sobre los riesgos de una creciente debido a la intensificación de las lluvias.

Instituciones

Así mismo, pese a que la Alcaldía habilitó un albergue temporal para los afectados por las inundaciones, los habitantes manifestaron que sigue siendo un espacio limitado frente al número de damnificados. Las críticas por parte de la comunidad han aumentado en cuanto a la lentitud en la reacción institucional, la ausencia de un plan de emergencia actualizado y la aparente improvisación en la atención.

Visita

Por otra parte, se conoció que la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, junto a su equipo de Gestión del Riesgo Departamental, visitaron al municipio para adelantar una respuesta inmediata a la emergencia causada. En un primer momento, se realizó una mesa técnica donde se socializó el estado actual del municipio y se plantearon estrategias de atención y mitigación a corto, mediano y largo plazo.

Luis Vasco, líder comunitario del municipio y afectado de las inundaciones, manifestó que “la crisis no solo es ambiental, sino política. Las inundaciones que afectan año tras año al departamento del Meta y especialmente a la región del Ariari ya no parecen eventos aislados, sino una parte dolorosa del ciclo de la vida en el territorio. Familias desplazadas, cultivos arrasados y vías convertidas en ríos improvisados son escenas que se repiten sin que una solución definitiva se vislumbre”, expresó.

Afectaciones

De acuerdo con Defensa Civil, más de 4.700 personas y 800 familias resultaron afectadas. Entre los barrios más perjudicados están Villa Mariana, La vega, Centro, Esperanza, Popular, Gaitán y Vocacional. A pesar de la magnitud de los daños, por fortuna no se han registrado pérdidas humanas.