
La Defensoría del Pueblo se pronunció con profundo rechazo frente al asesinato de Albeiranis Paola Fontalvo, una niña de 7 años que fue ultimada por su padre en el municipio de Soledad (Atlántico) el pasado 6 de diciembre de 2025, en un caso que la entidad calificó como violencia vicaria y machista y que ha generado indignación en el país.
En un comunicado oficial, la Defensoría señaló que “hechos como este no pueden considerarse una fatalidad insalvable y exigen medidas urgentes de prevención y protección”, subrayando la necesidad de **fortalecer los mecanismos estatales para proteger a niños, niñas y adolescentes frente a la violencia intrafamiliar”.
La entidad también enfatizó que este crimen, perpetrado por el padre de la menor, representa un claro patrón de violencia movido por motivos de control y dominio, comúnmente denominado violencia vicaria, y que evidencia fallas en los sistemas de alerta temprana y en la atención a situaciones de riesgo en el entorno familiar.
Según las autoridades locales, tras asesinar a su hija, el hombre se quitó la vida en el mismo lugar de los hechos, lo que ha profundizado el dolor de la comunidad y ha puesto el foco en la necesidad de políticas públicas más efectivas para prevenir este tipo de tragedias.
Organizaciones de derechos humanos y representantes comunitarios en el Atlántico han respaldado el llamado de la Defensoría y han pedido al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y a las autoridades judiciales actuar con celeridad para esclarecer totalmente lo ocurrido y establecer protocolos que eviten que hechos similares se repitan.
Este pronunciamiento se suma a una ola de rechazo social que insiste en que la protección de los menores debe ser una prioridad y que el Estado debe garantizar acciones efectivas tanto preventivas como sancionatorias frente a la violencia familiar extrema.
